Entrevista a Chema Alonso

[Por María José Solano]

Chema Alonso (Madrid, 1975) es el actual Chief Digital Consumer Officer de Telefónica, y Chairman de ElevenPaths, la empresa de Ciberseguridad del grupo Telefónica que él mismo fundó. Ha sido ponente en las principales conferencias de Hacking y Ciberseguridad del mundo durante más de una década. Fue Most Valuable Professional de Microsoft durante 12 años en el área de ciberseguridad. En su formación académica, Chema Alonso es Doctor por la Universidad Rey Juan Carlos en Seguridad Informática, donde además sacó su título de Ingeniero Informático. También es Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas por la Universidad Politécnica de Madrid, que le nombró Embajador Honorífico de la Escuela Universitaria de Informática. Ha recibido la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco y en 2020 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la URJC.

Pregunta.- ¿Cómo se definiría usted ante un público como el que está detrás de FDMagazine, la mayoría de ellos historiadores, lectores de novelas y aficionados a los cuadros de historia y batallas? 

Respuesta.- Yo soy un informático al que le gusta la tecnología, aunque la forma más fácil de definir lo que hago es, quizás, recurriendo al término hacker; pero no como el personaje cinematográfico que está en la sombra de la legalidad, sino como nosotros entendemos el término, es decir, una persona que lleva la tecnología más allá de los límites para los que inicialmente se creó, encontrando una forma original, creativa y novedosa de utilizarla. Claro está que esos experimentos a veces llevan al hacker a cruzar alguna que otra frontera de la legalidad o la seguridad. 

Pregunta.- ¿Y eso de ser hacker es vocacional? 

 

Respuesta.- Pues mira, a mí me educaron para llevar traje y corbata e ir todos los días a una oficina; para ganar un sueldo que me permitiese pagar una hipoteca, comer y no pasar frío en invierno ni calor en verano, pero yo decidí que mi futuro iba a tener otro aspecto. Luché, fracasé mil veces, me dijeron “no” en muchos sitios; incluso la vida me dijo que no con esa rotundidad ante la que no hay nada o casi que hacer, y sin embargo no me dejé derrotar. Me gustaba la tecnología y la comunicación, y tuve la suerte de encontrar un camino en el que mis dos pasiones eran compatibles. Y un dia me vi en los escenarios dando conferencias sobre tecnología, practicando la comunicación, mezclado el humor y el hacking vestido de superhéroe o con un gorro de lana de esquiar. Y me di cuenta de que lo que hacía, lo hacía bien. Siempre hay que perseverar en lo que uno quiere. 

Pregunta.- La epopeya de Magallanes y Elcano no es chica.

Respuesta.- Es gigantesca. Si hubieran sido británicos, se hubieran hecho montones de películas sobre ella. Es una epopeya extraordinaria, difícil de imaginar. Para quien haya estado en el Estrecho de Magallanes, imaginar lo que hubiera sido para esos hombres adentrarse en ese laberinto de canales helados, en medio de montañas gigantescas, un mundo desconocido…, debió de ser para ellos una epopeya que la Humanidad en general y España en particular no han celebrado lo bastante.

Pregunta.- ¿Y por qué cree que no se ha celebrado lo bastante?

Respuesta.- Probablemente, porque pesa sobre ella, como sobre toda la gesta del descubrimiento de América, la Leyenda Negra. Si esto lo hubieran hecho unos británicos o unos franceses, sería mucho más conocida y celebrada. Los españoles no tenemos suficiente autoestima para celebrar las grandes aportaciones que hemos hecho a la Historia de la Humanidad. Por eso es bueno que haya gente como Augusto, que trate de ilustrar con su pintura las efemérides que hemos representado.

Pregunta.- Los lectores de FDMagazine, como casi toda la humanidad del S. XXI también son usuarios de las tecnologías. Como profesional tecnológico, pero también como lector y editor, ¿cómo definiría, en pocas palabras: Twitter, Facebook, Instagram, WhatsApp? 

Respuesta.- A ver. Con respecto a Twitter, lo que lo define es el “free speech” y eso no siempre es bueno ni es útil, pero tiene la inmediatez de que uno puede enterarse a tiempo real de los que sucede. Facebook es para “viejunos” (risas). Ya está. Instagram es el sitio que sirve para gustarse a uno mismo. En cuanto a la aplicación de WhatsApp, pues como decía David Guapo: “Es el invento del demonio para los aburridos; para la gente con demasiado tiempo libre”.

Pregunta.- La imagen icónica para sus seguidores, que son muchos, es la de ese característico gorro. Ya sabemos que lo contó hace tiempo en su blog personal, “El lado del mal”, pero nos gustaría que lo pudiera contar aquí para los lectores de FDMagazine.

Respuesta.- Pues fue, como tantas cosas, fruto de la casualidad. Antes te decía que solía dar conferencias disfrazado de ruso o de superhéroe, un poco por atraer la atención del público y un mucho para divertirme. El snowboard es una de mis aficiones así que, en un acto organizado por Microsoft, concretamente el del lanzamiento del Windows Vista, allá por 2006, me lo puse, porque mis compañeros y yo, en vez de preparar la presentación el día antes nos habíamos ido a hacer snowboard a Baqueira. Se nos ocurrió improvisar y montar un teatrillo haciendo creer al público que aquel no era el día de la gran presentación, sino el anterior, el de la preparación, y claro, para dar más veracidad a la cosa salí al escenario con la tabla de snow y el gorro. Aquello quedo como un símbolo y desde entonces no me lo quito. 

Pregunta.- Usted es un ciberexperto en seguridad (¿se dice así?) que lee a Pérez-Reverte y admira a Ferrer-Dalmau ¿De dónde vienen esas aficiones “clásicas”? 

Respuesta.- Bueno, en el mundo de los hackers donde hay gente muy creativa, se mezcla con bastante facilidad la tecnología con los gustos artísticos. De hecho, hay hackers que tocan música, les apasiona el mundo del cómic, incluso que escriben. La parte de investigador curioso que todo ciberexperto posee, tiene mucho que ver con el desarrollo de esas inquietudes artísticas. 

 

Pregunta.- Pero en su caso los gustos en literatura o pintura podrían estar más vinculados con el arte contemporáneo o experimental, y no es así. 

 

Respuesta.- No, es verdad, y eso tiene mucho que ver con mis primeras lecturas. Desde pequeño fui lector de cómics, me ayudaban a concentrarme. Esos cómics de superhéroes definieron mi infancia, pues mi madre nos los compraba a mi hermano y a mí cuando se iba a trabajar y no nos podía dejar con nadie. Los leíamos juntos y luego recuerdo que íbamos a una tienda, pagábamos 20 pesetas y podíamos cambiarlos por otros para seguir leyendo. Después vinieron los libros de aventuras, sobre todo los de Julio Verne. Esos libros de aventuras y ciencia ficción fueron perfectos para mí, pues me abrieron las puertas de un universo nuevo. Desde esas lecturas era lógico el salto a Dumas, las novelas del Diecinueve y más tarde los libros de Pérez- Reverte, así como los cuadros de Ferrer- Dalmau. 

 

Pregunta.- Sin abandonar la literatura, ¿qué es el proyecto Maquet que usted lidera y qué tiene que ver con Alatriste? 

Respuesta.- Pues podríamos decir que es un experimento típicamente hacker. Es decir, para nosotros un hack es hacer algo nuevo que no se había hecho antes, o hacer que algo funcione de una manera no pensada hasta ese momento. Cuando empezamos a idear un hack no sabemos si éste va a funcionar o no. Primero hacemos una suposición, pero luego hay que demostrarla, y para ello realizamos experimentos.

Aprovechando que había tenido la ocasión de conocer al gran Arturo Pérez-Reverte no pude resistirme y pensé que tal vez se podía escribir un relato del Capitán Alatriste utilizando para ello la Inteligencia Artificial. Reuní a mi equipo de “Ideas Locas” y nos pusimos manos a la obra diseñando la herramienta para ayudarnos a escribir algunos relatos del Capitán con el máximo de similitud al estilo del novelista. 

El resultado está ahí, y no plantea soluciones, sino preguntas de futuro. Yo mismo me pregunto cosas al respecto y eso me ayuda a avanzar en mi trabajo, por ejemplo: ¿Será, finalmente el mundo de la literatura como el del cine, donde las películas que usaban ordenador para sus efectos especiales pasaron de tener prohibido competir por el Oscar a ganarlo, convirtiéndose en las más taquilleras de la historia? Pues ahí está el reto y la reflexión. 

 

 

Pregunta.- ¿Quién o qué educa a las Inteligencias Artificiales?

Respuesta.- A las inteligencias Artificiales las educan los datos que les demos de comer, y no los algoritmos que hacen los programadores. No somos conscientes, pero todos los escritores, publicadores de contenido, traductores, humanos que subimos textos a los blogs y un incontable etc, también somos responsables de que esas Inteligencias Artificiales aprendan bien y “no sean maleducadas” o afecten negativamente a las personas. 

 

Pregunta.- Hablando de hijos, arte y educación. Conozco personalmente a muchos chicos (entre ellos mi hijo) que adoran al único, al inigualable, al más grande de todos los “superjiros”: a Cálico Electrónico. ¿Cuál es su relación con el superhéroe Cálico Electrónico y cuál es, si puede predecirse, su futuro? 

 

Respuesta.- Pues el héroe continúa en activo siguiendo la actualidad de lo que nos pasa hoy en día en las tiras de cómic de Cálico que publicamos todos los miércoles en el Twitter de Cálico Electrónico y en la web. Trabajando en ellas está un fantástico dibujante, Pablo Gómez “Blowearts”, que desde Extremadura lleva ya más de un año y medio dibujando aventuras en viñetas en las que Cálico vive la vida a su particular manera. Y lo hemos podido ver pasar la pandemia, el confinamiento y la vuelta a la normalidad día a día.

 
 

Pregunta.- Usted también es editor ¿Cuándo y por qué creó la editorial 0xWord? 

Respuesta.- Pues cuando comencé a dedicarme profesionalmente a la tecnología caí en la cuenta de que no había buen material de libros acerca de hacking en lengua española. Animé a muchos hackers a que describieran los conocimientos que tenían sobre distintas materias. Después añadí cosas que a mí me gustaban como el cómic, y así nació 0xWord que en 2013 se constituyó como editorial independiente. 

 

Pregunta.- ¿Los hackers se jubilan? 

 

Respuesta.- Yo creo que te jubilas del trabajo, pero nunca de tu pasión o de tu hobby. Yo tengo la suerte de que todo se mezcla y entonces un día dejaré de recibir un salario por lo que hago, pero la parte de la pasión seguirá siempre. 

 
 

Pregunta.- Si no fuera hacker, ¿qué sería? 

 

Respuesta.- Puf. Me encantaría ser profesor, o dibujante de cómics. Me dedicaría al arte más que a la tecnología.

 

Entrevista a Pedro Carreño

[Por Jesús Fernández Úbeda]

Entrevistamos a Pedro Carreño en la Plaza del Dos de Mayo, a pocos metros del monumento a Luis Daoiz y Pedro Velarde, en un lugar que hoy es un paraíso de hipsters y que, hace poco más de dos siglos, fue un infierno para los invasores franceses. Nacido en Madrid en 1965, criado en Madridejos (Toledo), inició su carrera periodística en publicaciones regionales manchegas, formó parte de la redacción fundacional de El Siglo, hizo información económica en Telecinco, fichó por TVE, presentó y dirigió el telediario y, desde septiembre de 2018, se ocupa de Noticias 24h durante la madrugada del fin de semana. También fue director de comunicación del Banco Popular y profesor universitario. Es secretario de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) y Legionario de Honor. Conversamos, entre otros temas, sobre el sitio de Baler, el “ADN histórico” del español y sobre el pecado capital de nuestro país: la envidia.

Pregunta.- Señor Carreño, si yo le digo “Ferrer Dalmau”, usted me dice…

Respuesta.- Por este orden, un artista impresionante y un amigo.

Pregunta.- Tanto usted como Ferrer Dalmau son Legionarios de Honor.

Respuesta.- Igual que muchos grandes amigos que conozco. Fui nombrado Caballero Legionario de Honor el día que se conmemora el aniversario de la Legión, el 20 de septiembre del año 18, en el Cuartel de Montejaque. Quien me puso el gorrillo, el chapiri, fue el coronel Ramón Armada. Es una de las cosas que llevo con más orgullo. Hay pocos honores mayores que el de que la Legión, el Tercio, te diga: “Eres uno de los nuestros”.

Pregunta.- Y si le digo “Madridejos”…

Respuesta.- No sé ni por dónde empezar (risas). Un sitio de referencia durante toda mi vida. Yo soy de Madrid y muy madrileño, además, pero también soy muy manchego. ¿Cómo se puede compatibilizar? No lo sé, pero me siento así. Alguien dijo que Madrid es un poblachón manchego, y yo estoy completamente de acuerdo. Madridejos es el pueblo del que procede toda mi familia. Ahí está enterrado mi padre, con esto te digo todo. Tengo magníficos recuerdos de juventud y de no tanta juventud.

Pregunta.- ¿Es Castilla-La Mancha una región por descubrir a nivel nacional? ¿Es, digamos, una gran desconocida?

Respuesta.- Es una gran desconocida, incluso, para los castellano-manchegos. ¿Qué ocurre? Yo, que puedo presumir de habérmela pateado, puedo decir que es una región tan extensa, tan variada y tan llena de comarcas, tan plural en sus expresiones, aunque no lo parezca, que hay mucha gente que no ha viajado entre provincias. Hay gente de Cuenca que no se ha acercado a Almadén, por ejemplo. Aparte, cuando yo estudiaba, no existía Castilla-La Mancha.

Pregunta.- Era Castilla la Nueva, ¿verdad?

Respuesta.- Era Castilla la Nueva. Guadalajara, si no recuerdo mal, estaba en Madrid, y Albacete pertenecía a Murcia. Y creo que la noche antes de que se declarara Madrid como comunidad autónoma, los políticos castellano-manchegos decidieron que no querían juntarse con Madrid, porque eso les iba a quitar mucha importancia. Esto se lo escuché alguna vez a Joaquín Leguina. Volviendo a tu pregunta: ¿está Castilla-La Mancha por descubrir? Están por descubrir su riqueza gastronómica, sus gentes, su fauna, su cultura. Es una región extensísima: abarca desde Molina de Aragón hasta Despeñaperros. Estamos hablando de una porción de España enorme. Y con el hándicap de que siempre ha sido un territorio de paso: la gente pasaba por esas llanuras y no se detenía más allá de contemplar una estatua del Quijote.

Pregunta.- Abordemos el cuestionario histórico. ¿La Historia de España tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- Por supuesto. Estamos hablando del país más antiguo de Europa y, por tanto, de uno de los más antiguos del mundo. Si no tenemos un pizquito de originalidad para diferenciarnos… Además, ¡con la mala leche que tenemos! (Risas) Los españoles hemos sido amados, temidos, odiados y respetados a lo largo de cinco siglos, y eso tiene que ser por algo. A veces lo hemos hecho muy mal, y a veces lo hemos hecho muy bien.

Pregunta.- Se le atribuye a Bismarck, creo que erróneamente, la siguiente frase: “España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido”. ¿La suscribe?

Respuesta.- Sí. Es así. Por eso, lo de ser español es muy complicado (risas).

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- Tres: la batalla de las Navas de Tolosa, que es clave no sólo en la Historia de España, sino en la de Europa; el Dos de Mayo: me encanta hablar de ese día, como lo citó Pérez-Reverte, como “un día de cólera”; y, sobre todo, el sitio de Baler. La gesta de los últimos de Filipinas. En esa iglesia, esos 32 soldados preservaron y fueron los herederos de toda nuestra gloria y de toda nuestra tragedia. Fueron, por eso, los últimos. En esa iglesia, en la otra punta del mundo, está el principio y el fin de lo que fuimos, de lo que somos.

Pregunta.- ¿Y el que más le sonroja?

Respuesta.- Muchas de las cosas que estoy viendo ahora. Por cierto, el fraile que estuvo en Baler y que murió allí, se llamaba fray Cándido Carreño. ¿Sabes dónde nació?

Pregunta.- ¿En Madridejos?

Respuesta.- Sí señor. Hace muchos años, había una plaquita en una iglesia y ponía: “Fray Cándido Carreño, muerto en el sitio de Baler”. Yo tendría siete u ocho años y me quedé con ello. Pasó el tiempo y, modestamente, me puse a investigarlo. A partir de ahí, leí todo lo que pude sobre el sitio de Baler. ¿Cosas que me sonrojan? Pues mira, a algunos de los que estuvieron en Baler, en esa iglesia, les pilló luego la Guerra Civil y fueron fusilados por mantenerse fieles a la República. Después de estar defendiendo allí lo poquito que nos quedaba, el propio país, la propia nación, se encargó de fusilarlos. Así somos.

Pregunta.- ¿En el código genético de España va su autodestrucción? Creo que no se puede entender España sin sus enemigos autóctonos.

Respuesta.- Lo comparto. Si me permites, uno de los pecados capitales que subyace en esto que dices, es la envidia. No la codicia: los británicos sí se han caracterizado por la codicia. O los italianos por la vanidad. Estoy utilizando estereotipos, ojo. La envidia siempre nos ha caracterizado y así nos ha ido, para lo bueno y para lo malo.

Pregunta.- ¿Algún personaje histórico por el que sienta simpatía?

Respuesta.- Muchos. Dentro de lo que he leído, me llamó mucho la atención Juan Martín, El Empecinado. Se sale de su pueblo con dos amigos y dice: “Vamos a matar franceses, que se van a ir de aquí”. Tres años más tarde, manejaba un regimiento de 6.000 personas, y cuatro o cinco años más tarde, fue pasado a garrote vil en Roa, en Burgos, por los mismos por los que había luchado. Luego, podemos hablar de Isabel la Católica o Blas de Lezo, que están muy de moda.

Pregunta.-¿Alguno que deteste hasta el vómito?

Respuesta.- Últimamente hay algunos, lo que pasa es que no me gustaría que fueran personajes históricos.

Pregunta.- Dígame algún nombre. La Historia esta llena de “malos-malos”.

Respuesta.- Algún “malo-malo”…, mira, con la educación que tuve, nos enseñaban que los malos siempre estaban en el mismo lado. Con esto no quiere decir que reniegue de mi educación, porque luego he leído y, efectivamente, algunos fueron muy malos: los que se llevaron el oro, personajes que en la Guerra Civil hicieron perrerías… pero no quiero entrar en la Guerra Civil. (Piensa) De pequeño, estudié a un personaje, Pedro I, El Cruel. Su sobrenombre me llamaba la atención. Luego, cuando leí un poquito sobre este señor, resultó que luego no era tan malo. Al final, como las hojas de los libros se van pasando, depende luego del caleidoscopio con el que mires las cosas: uno es malo, luego no es tan malo, para otros es un héroe…

Pregunta.-¿Cree que el español medio es consciente de la Historia del país en el que nació o en el que vive?

Respuesta.- Creo que hay un ADN histórico. Si después de 500 años, siendo un país de los más viejos de Europa, no hubiera un sentimiento, un ADN, incluso para los que reniegan de él… Claro, aquí hay una contradicción: quienes reniegan del país, quienes quieren romperlo, lo hacen porque saben que esto está unido. En ese aspecto, tenemos un toque asiático, el yin y el yang, ¿sabes?

Pregunta.- Juzgar la Historia con una visión del presente es….

Respuesta.- Un error. Soy incapaz de juzgar a los señores de Altamira porque se comían, yo qué sé, la carne sin cocinar. Me parece un anacronismo, una crueldad, una ignorancia y una prepotencia.

Pregunta.- ¿Cuál fue el primer acontecimiento del que informó usted y pensó: “Esto tendrá una trascendencia de la leche”?

Respuesta.- El 11-S. Estaba en la redacción de Telecinco y, en aquella época, llevaba la información económica. Estaba en la bolsa. Y ese día, realmente, me asusté en el sentido de: “¿Qué está pasando, y qué va a pasar mañana?”. Noté que estaba ocurriendo algo muy importante. En aquel momento, no sabía describirlo. Con un poquito de proyección, si vemos lo que ha pasado en los últimos veinte años, casi todo tiene que ver, en gran medida, con el 11-S. Cuidado: igual el 11-S fue un desencadenante de algo que estaba ocurriendo.

Pregunta.- ¿Y el último?

Respuesta.- La pandemia va a ser algo que nos va a marcar. No sólo a nuestra generación: también a generaciones posteriores. Yo soy muy pesimista con lo que está ocurriendo. Creo que nada va a ser exactamente igual a como lo hemos conocido. Los hábitos ya están cambiando: de higiene, de relaciones sociales, comerciales, de trabajo…

Pregunta.- Para finalizar, pido al secretario general de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) que recomiende a los lectores de FD Magazine un buen caldo manchego.

Respuesta.- Cualquier vino que pertenezca a cualquier DOP o IGP de Castilla-La Mancha merece su recomendación, pero el buen vino no es el que más se bebe: es con el que mejor se acompaña.

Entrevista a Raquel Martínez

[Por Jesús Fernández Úbeda]

Pregunta.- Señora Martínez, si yo le digo “Ferrer-Dalmau”, usted me dice…

Respuesta.- El Glorioso, con mayúscula y sin ella.

Pregunta.- En una entrevista que concedió a Carrión Digital, dijo que siente envidia por “los optimistas antropológicos”. ¿Por qué?

Respuesta.- Porque se ahorran los disgustos que tenemos los que andamos con los pies en la tierra. El optimista antropológico es de donde procede el optimista excéntrico actual, ése que está convencido de que cualquier tiempo pasado fue siempre peor y de que el mundo aspira única y exclusivamente al paradigma de una vida mejor.

Pregunta.- ¿Un optimista es un pesimista mal informado?

Respuesta.- O bien manipulado, según se mire.

Pregunta.- Y, como segunda parte de la pregunta anterior, ¿la Historia de España lo demuestra?

Respuesta.- La Historia de España lo que demuestra es que éste ha sido un país consciente de sus posibilidades y que a pesar de sus limitaciones ha luchado por superarlas o, en el peor de los casos, por reducirlas. Lo cual contrasta negativamente con la visión actual que tengo de país aferrado al estancamiento y al conformismo cada vez en más aspectos, bien por desconocimiento, por desidia o por mero optimismo (¡antropológico!).

Pregunta.- ¿Cuál fue el primer acontecimiento del que informó usted y pensó: “Esto tendrá una trascendencia histórica”?

Respuesta.- La muerte de Augusto Pinochet.

Pregunta.- ¿Y el último?

Respuesta.- Cuando, en marzo, el Gobierno decretó el Estado de alarma en España por coronavirus.

Pregunta.- ¿La pandemia de la covid-19 supone un antes y un después en la Historia de la Humanidad?

Respuesta.- Espero que se quede sólo en un punto de inflexión más que sumar al devenir histórico.

Pregunta.- ¿Saldremos mejores?

Respuesta.- Albergo la esperanza de que salgamos menos anestesiados y con más amor propio.

Pregunta.- Centrémonos en la Historia de España. ¿La Historia de nuestro país tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- Partiendo de que original es aquel que no copia ni imita a otros, por supuesto. Hemos sido primera potencia mundial durante siglos y hemos destacado en todo. Otra cosa es que sepamos vendernos igual de bien que lo hacen otros países sin tener la décima parte.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- La defensa de Cartagena de Indias durante el asedio británico.

Pregunta.- ¿Y el que más le avergüenza?

Respuesta.- El actual.

«Sin identidad, somos pasto seguro para las llamas del servilismo»

Pregunta.- ¿Algún personaje al que admire especialmente?

Respuesta.- Alabo la valentía y la lealtad de los Tercios españoles, tanto en el campo de batalla como fuera de él; ese cuidado extremo por su honor y su reputación, su disciplina y sentido del deber, el alto grado de compañerismo, de fraternidad… ¿Dónde quedaron esos valores?

Pregunta.- Por cierto, he leído que, en 2004, presentó en RNE una biografía radiada de Isabel la Católica. ¿Qué me puede decir de ello?

Respuesta.- Que es uno de los recuerdos más preciados que tengo… Historiadores de la talla de Julio Valdeón Baruque, Luis Suárez, Enciso Recio, Tarsicio de Azcona o Alvar Ezquerra me descubrieron de primera mano a una mujer de mucho carácter, fuerte de voluntad, pero cariñosa en el trato, llena de energía y autodeterminación, una mujer piadosa, con rectitud inquebrantable y amplio sentido de la justicia. Los libros de texto deberían ahondar más en los personajes clave de nuestra historia.

Pregunta.- ¿Y podría decirme algún personaje histórico que le provoque arcadas?

Respuesta.- Digamos que con Fernando VII tengo una digestión pesada… Con su padre, además, la acidez se me dispara.

Pregunta.- Ha sido muy crítica con quienes, en EEUU, destrozaban estatuas de Cervantes o de fray Junípero Serra. ¿Por qué?

Respuesta.- Primero, porque esos actos vandálicos rozan lo sacrílego: no existe el derecho a pisotear o a burlarse del legado de nadie. Y segundo, porque el que olvida sus raíces, pierde su identidad. Y sin identidad somos pasto seguro para las llamas del servilismo.

Pregunta.- ¿El presentismo es una peste difícil de curar?

Respuesta.- Nuestro deficiente sistema educativo suele afrontar el análisis del pasado desde una mirada contemporánea, por lo que la mayor parte de los hechos tienden a la anacronía. Y así es como nos mantienen pivotando entre la distorsión y el disparate. Luego pasa lo que pasa…

Pregunta.- Tengo la sensación de que, a grandes rasgos, la izquierda (partidista, o cultural que orbita en torno a un partido) sólo se ocupa de los trapos sucios de la Historia de España, mientras que la derecha no hace otra cosa que santificar, ocultar la mugre, que también la tenemos. Es una especie de combate entre la “Leyenda Negra” y la “Leyenda Rosa”. ¿Qué piensa al respecto?

Respuesta.- Que como dice uno de mis escritores de referencia actuales, Carlos Marín-Blázquez, “la historia, para el sectario, es todo aquello susceptible de alterarse”. Por engaño o por omisión, lo mismo me da.

Pregunta.- ¿El nacionalismo, ya sea el periférico, ya el centralista, se ha adueñado del relato histórico? De Cataluña, sobre todo, llegan unas cosas…

Respuesta.- Hombre, teniendo en cuenta que hay instituciones que defienden que la Historia la han escrito los ‘exterminadores de Cataluña’, qué quiere que le diga… Semejante disparate me provoca risa y tristeza a la vez. Lo que sí percibo es que cualquier relato actual, y no sólo el histórico, cada vez nos llega con más dosis de demagogia o manipulación: para mí el nacionalismo no deja de ser una más.

Pregunta.- Para finalizar: ¿por qué cree que en España no hay un Museo de Historia Nacional?

Respuesta.- Ni idea. Pero se me ocurre que podría ser por el mismo motivo que se quiere arrinconar nuestra lengua, ocultar nuestra bandera, diluir nuestras señas de identidad, destruir a la familia o acabar con nuestras costumbres y tradiciones, por no hablar de hasta cambiar nuestros horarios: ¡sería un símbolo de UNIDAD! Y ya se sabe: “Divide y vencerás”

Entrevista a Iker Jiménez

[Por Jesús Fernández Úbeda]

Iker Jiménez (Vitoria, 1973) no cree en la división izquierda/derecha y sostiene que hay que ser libre, «también para analizar la historia». Desprecia el presentismo, se deleita con Goya –«el artista supremo»– y se enorgullece de ser de un país «depositario de mil pueblos, razas, culturas, genios y gestas». Hijo del galerista de arte Pedro Ramón Jiménez y de María Elizari, niño al que le apasionaron los dinosaurios y admirador de Félix Rodríguez de la Fuente, este periodista reina explorando, investigando y explicando asuntos tenebrosos, no siempre paranormales, infinitamente inquietantes. Cuarto milenio, Milenio 3 y, ahora, Horizonte: Informe Covid, por citar sólo tres ejemplos, han sido arropados por la crítica –Jiménez ha recibido varios premios, como la Antena de Oro y el Ondas– y, sobre todo, por un público multitudinario y fiel. También es autor de varios libros. Conversamos para FD Magazine

Pregunta.- Señor Jiménez, si yo le digo Augusto Ferrer-Dalmau, usted me dice…

Respuesta.- Un artista especializado en algo complejísimo.

Pregunta.- Antes de entrar en materia histórica, permítame una incursión prehistórica: me ha alegrado saber que le encantaban los dinosaurios. Soy un paleontólogo frustrado. ¿Por qué cree que esos seres fascinan tanto al personal?

Respuesta.- Son un ejemplo del misterio de la vida antes de la Humanidad. Su colosalismo, sus formas casi propias de los sueños. Son los monstruos reales que vivieron en un mundo inconcebible. No atraen porque todo en ellos es un enigma.

Pregunta.- Pasemos del Mesozoico a la actualidad: ¿hasta qué punto, señor Jiménez, cree que será crucial la pandemia de la covid-19 en la Historia de la Humanidad? ¿Parirá el coronavirus un mundo nuevo?

Respuesta.- Sí. Y no me gusta lo que veo. Ha dejado claro el egoísmo de nuestra especie. Y la mezquindad de las políticas. Es un espejo terrible.

Pregunta.- ¿La covid-19 ha sido una cura de humildad para el ser humano?

Respuesta.- Ha sido y es un misterio que nos muestra que el castillo de naipes se puede caer en cualquier momento. Y que el verdugo puede ser algo aparentemente insignificante, invisible.

Pregunta.- Hablemos de Historia de España. ¿La Historia de nuestro país tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- A mí me parece la historia más maravillosa que existe. Sin parangón. Que pena que la vendamos tan mal.

Pregunta.- ¿El presentismo (mirar hechos pasados con los parámetros sociales y morales de hoy) es una peste?

Respuesta.- Como la Peste Negra. Muestra de la idiocia que nos lleva.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- El nacimiento del arte, la conciencia, la religión, el lenguaje y posiblemente el pensamiento humano moderno en un puñado de cuevas paleolíticas del Cantábrico. Es tan asombroso que parece casi inconcebible. El Salto Infinito.

Pregunta.- ¿Y cuál es el que más le desagrada?

Respuesta.- La Guerra Civil, cada vez que la observo, me parece más terrorífica. Tuvo que ser algo tan cainita que es difícil imaginarlo

Pregunta.- ¿Algún personaje al que admire especialmente?

Respuesta.- Goya. Para mí es el artista supremo. El buceador en el inconsciente colectivo. Un genio asombroso. Un elegido.

Pregunta.- ¿Y alguno que le genere un odio africano?

Respuesta.- Muchos. No caben en el folio.

Pregunta.- ¿Por qué a no pocos españoles le avergüenza la historia de nuestro país?

Respuesta.- Es una campaña de marketing, pasado y presente, muy bien orquestada. Es una pena. Una maldición. Tan absurda como real. A algunos les encanta. Es un enigma que no comprendo. FD MAGAZINE

«España es un país envidioso, irascible, también genial. La mezcla es explosiva»

Pregunta.- ¿Y por qué, en España, la Historia es un arma arrojadiza desde el punto de vista ideológico?

Respuesta.- Somos un pueblo sanguíneo que Goya retrató muy bien en los Desastres de la Guerra o en las maravillosas e incomparables Pinturas Negras. Hay luces y sombras muy fuertes en nuestro ser desde siempre. Somos un país envidioso, irascible, también genial. La mezcla es explosiva.

Pregunta.- Tengo la sensación, puede que equivocada, de que la izquierda sólo se ocupa de los trapos sucios de la Historia de España, mientras que la derecha no hace otra cosa que santificar, ocultar la mugre, que también la tenemos. ¿Lo comparte?

Respuesta.- Hace mucho tiempo que dejé de creer en esa división. O más bien nunca me la creí. Hay que ser libre. Esa es la misión más complicada también para analizar la historia. Sí le diré que hay algunos que se han empeñado especialmente en ningunear el espíritu de un pueblo maravilloso. De un país que es un mundo. Empezando porque no creen en el espíritu de nada. Tampoco en el de su tierra, claro.

Pregunta.- ¿El nacionalismo, ya sea el periférico, ya el centralista, se ha apropiado del relato histórico?

Respuesta.- Todo el mundo se apropia del relato, evidentemente. Casi todo es marketing y campaña. Consigna y medias verdades.

Pregunta.- Y, para finalizar, ¿por qué cree que no hay un Museo de la Historia de España

Respuesta.- Por todo lo que me han preguntado aquí. Un país que tiene Altamira y Goya, el descubrimiento del Nuevo Mundo y tantas cosas alucinantes sin parangón. Resulta que no nos sentimos orgullosos. Yo sí lo estoy y creo que ser español es ser depositario de mil pueblos, razas, culturas, genios y gestas que nos conforman. Renegar de eso es terrible.

Entrevista a Dvid Muñoz «ESTOPA»

“Entre la Leyenda Negra y la Leyenda Rosa, me quedo con la Historia gris”

[Por Jesús Fernández Úbeda]

Va una confesión antes de comenzar la faena: por costumbre y, sobre todo, por respeto al interlocutor, siempre planteo las entrevistas utilizando el “usted”, incluso cuando el entrevistado es un buen amigo. Pero, en el ecuador de la conversación con David Muñoz (Cornellá de Llobregat, 1976), la mitad vocalista y lírica de Estopa, ese “usted” nos sonaba tan artificial, tan plastificado, tan impostado, que decidí/decidimos publicar la conversación sin aditivos, tal cual fue, al natural. Lo contrario, lo formal, nos chirriaba a ambos. Tanto David como su hermano Jose –así, en llano, sin acentuar– son antónimos de conceptos como “farfolla”, “pompa” o “pedantería”. Carne de un libro del periodista Jordi Bianciotto (El libro de Estopa, Espasa, 2020), los hermanos Muñoz han conquistado los ochomiles de la música en español, que no es lo mismo que la música española, con humildad y con voracidad, jugando limpio, con mucho sacrificio y mucho duende, con discos memorables y temas que revolucionan el cuerpo y el alma. Con la gira Fuego aplazada por evidentes motivos coronavíricos, en estos momentos, están inmersos en la composición de una nueva colección de canciones que desembocarán en su próximo álbum. Hace unos meses, durante una entrevista que les hice para Zenda, descubrí que eran amantes de la Historia y, por ello, en FD Magazine ponemos luz y profundizamos con David Muñoz sobre esta no tan conocida cara de uno de los compositores más importantes de la historia de la música no española, insisto, sino en español.

Pregunta.- Querido David: si yo te digo Augusto Ferrer-Dalmau, tú me dices…

Respuesta.- Que ni mi hermano ni yo somos expertos en pintura y que, aunque habíamos oído hablar muy bien de él en alguna crónica de Pérez-Reverte, su obra nos era lejana. Es como un cómic ultrarrealista, ¿no? Momentos vívidos de viejas batallas, he interpretado. Escuela de Goya quizá… ¿La degollá? (risas). No sé yo mucho de esto… no me hagas caso. Lo que sí he notado es que cuando veo esos soldados tan reales pintados en plano subjetivo, como si el observante fuera el enemigo, de esa forma tan real, el autor consigue dar miedo. Es como si vinieran a por mí.

Pregunta.- Durante la entrevista que os hice a ti y a tu hermano en Zenda, descubrí que os gustaba la etimología. El hecho de conocer e investigar el origen de las palabras, ¿os ha ayudado a la hora de componer? Supongo que la cosa puede dar mucho juego…

Respuesta.- Por supuesto. En tercero de BUP, allá por el siglo pasado, teníamos una asignatura optativa que se llamaba Lexicografía recreativa. Se trataba de conocer para qué sirven las palabras. Por ejemplo, me preguntaba: “¿qué hace el tiempo? Pues transcurrir. ¿Y el sudor? Pues escurrirse”. De esta manera, las palabras cobran vida y dan valor a la historia que se quiera escribir. Y, claro, para ello, conocer la etimología, el origen, es básico para poder jugar con los significados y los significantes. El castellano, como otras lenguas de la península, tiene en su origen aportaciones muy distintas y variopintas: latín, griego, árabe, godo… Eso las hace riquísimas.

Pregunta.- En esa entrevista también descubrí que os gusta la Historia y que leéis muchos libros, ya sean ensayos o novelas, que orbitan en torno a la materia. ¿Por qué?

Respuesta.- No sé qué tiene la Historia que me hace tan adicto a ella. Me da igual que sea verdad o no. Me flipa que alguien me cuente un buen cuento que haya “pasado” y que, al menos, pretenda ser real. El ser humano es muy antiguo. Mucho más de lo que algunos creen, sospecho. Eso lo hace protagonista de muchas aventuras y cuentos, tragedias y comedias, historias ciertas y mitos inventados. El pasado está ahí fuera. Debemos mirar hacia él porque es lo único a lo que atenerse.

Pregunta.- Cuando alguien utiliza la fórmula, en parte rimbombante, en parte acertada, de “Estopa: historia de la música española”, ¿qué piensas?

Respuesta.- Es un piropazo, sea verdad o mito. Si es mito… pues casi mejor, porque es lo que une a la gente al fin y al cabo. Además, son mucho más duraderos.

Pregunta.- Algo habréis hecho bien. ¡Hasta sois carne de libro!

Respuesta.- Sí que somos carne, pero de cañón. Nos enorgullece muchísimo que se cuente con nosotros para proyectos que nada tienen que ver con nuestros discos o conciertos. Alucinamos cuando nos llamaron de la compañía Mayumaná para hacer un musical solo con nuestras canciones, y flipamos cuando la editorial Planeta nos sugirió hacer un libro sobre nuestro mundo a cargo del genial Jordi Bianccioto. Alguna vez surgió el tema de hacer una peli pero, amigo mío, si algún día hiciéramos una peli, sería una de ciencia ficción en la que saldrían ovnis, zombis y algún cantante loco. Nada de obreritos exóticos que triunfan y consiguen su sueño.

Pregunta.- Volviendo a la Historia, ¿sobre qué episodio o personaje histórico os gustaría hacer una canción?

Respuesta.- Me alegro que me haga esa pregunta (risas). Precisamente ahora, estamos enfrascados en una sobre el rey David, que me parece un personaje fascinante y no porque me llame como él… o a lo mejor sí. La cuestión es que lo tiene todo: a veces es buenísimo y a veces es un chungazo. Sugiero leer el episodio de los prepucios (Samuel 18:25-27), que es increíble. La letra de nuestra canción empieza diciendo: “Estaba el rey David / tocando la lira, / buscándose la vida por las calles de Israel / con su profeta Samuel”.

Pregunta.- ¿La Historia de España tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- La verdad es que sospecho que todas las historias de todos los países tienen un plus de originalidad para quien vive en ellos. La Historia de España me parece muy original, pero si la comparo con las historias de Egipto, Israel, Irak o cualquier país del torrente fértil, se me queda más normalita. Me parece a mí, es sólo una opinión personal.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más te llama la atención?

Respuesta.- Quedarte con un momento histórico en especial es difícil, pero si tengo que elegir, me quedo con la época prerromana. La de los íberos. Al no haber podido descifrar su lengua, pues no se sabe prácticamente nada sobre sus historias y leyendas. Eso nos da pie a imaginar, y en la imaginación surge el verdadero mito, ese que puedes moldear a tu gusto y adaptarlo a tus necesidades. Me gusta pensar que los íberos eran lo más.

Pregunta.- ¿Y el que más te desagrada?

Respuesta.- También es difícil quedarte con el peor momento. Habrá que imaginarse un momento en el que la gente fuera infeliz, insatisfecha, llena de prejuicios y de máxima desigualdad. Francamente, me viene a la mente el momento actual.

Pregunta.- ¿Por qué en España la Historia es un arma arrojadiza?

Respuesta.- Insisto en que aunque, efectivamente, en España los “hunos”, los “hotros” y los de más allá utilizan su interpretación de la Historia para defender sus convicciones, tampoco es algo específico de España. Que se lo pregunten a los estadounidenses, a los irlandeses católicos y protestantes, a los argentinos, a los venezolanos, a los cubanos o a los rusos, a ver qué se cuentan. Ellos pecan también de lo mismo. Utilizan la Historia como arma. Por eso creo que los países son todos iguales, como los hombres.

Pregunta.- ¿Estás al tanto de la polémica Leyenda negra vs. Leyenda rosa?

Respuesta.- Pues eso, que cada uno interpreta unos hechos objetivos de manera bien distinta. Los “hunos” dicen que Colón, Hernán Cortés o Pizarro eran como una ONG. Las Hermanitas de la Caridad, vaya. Que no hubo genocidio alguno y que se portaron genial con el pueblo nativo suramericano y, además, los culturizamos. ¡Chúpate esa! Luego, los “hotros”, dicen que si el genocidio de los españoles es el más terrible de la Historia de la Humanidad y que somos los más perros… A estos les recordaría que no se ve mucho piel roja entre el perfil del ciudadano medio norteamericano. ¿Se han extinguido solos? Permítame que dude. Entre la Leyenda Negra y la Leyenda Rosa, yo me quedo con la Historia gris.

Pregunta.- ¿Crees que, en las aulas, se enseña Historia de una manera adecuada?

Respuesta.- No puedo saber lo que ocurre en la actualidad. Yo tuve la suerte de tener los mejores profesores del mundo: Luis Antonio, José Luis… Ellos me enseñaron a ser crítico, la diferencia entre causalidad y casualidad histórica, el determinismo… Recuerdo una pregunta de examen: “Si Hitler hubiera muerto en la Primera Guerra Mundial, cuando era cabo chusquero, ¿hubiera habido Segunda Guerra Mundial?”. Lo fácil habría sido contestar que no, como en Regreso al futuro o Terminator (si los robots viajaban al pasado y eliminaban a Sara Connor, no nacería el líder de la resistencia humana que en el futuro les daba problemas), pero la respuesta correcta era la de que probablemente sí hubiera habido guerra. La Historia no depende de una persona, sino de muchos más factores.

Pregunta.- ¿Se ha adueñado el nacionalismo, ya sea periférico, ya sea centralista, de la divulgación de la Historia?

Respuesta.- Eso tampoco lo sé. En mi época de estudiante, desde luego que no; ahora no sé que decir.

Pregunta.- Para finalizar: hablando con el exministro Borrell, éste me advirtió de que en nuestro país no existe un “Museo de la Historia de España”. ¿A qué se debe esto: pereza o mala idea?

Respuesta.- No me había dado cuenta de eso. Teniendo el Museo del Prado, el Museo Dalí, el Museo Picasso y el Museo del Jamón, se me había pasado.

Entrevista a Antonio Pérez Henares

“CHANI”

[Por Jesús Fernández Úbeda]

Antonio Pérez Henares (Bujalaro, Guadalajara, 1953) cuenta a FD Magazine que “no es lo mismo descubrir a un personaje en los libros que seguir sus huellas, que caminar por donde él ha caminado”. Lo demuestra en su última novela, Cabeza de Vaca (Ediciones B, 2020), obra en la que el periodista y escritor narra, con el filtro de su experiencia y, sobre todo, de su personalísima y reconocible mirada literaria, la increíble vida del conquistador jerezano arrancando en su infancia, pasando por su experiencia militar, centrándose en la expedición fallida de Pánfilo de Narváez y en los nueve años que Álvar pasó recorriendo, con otros tres compatriotas y entre nativos, el sur de los actuales EEUU como el “gran chamán blanco”, hasta que llega a España –el resto de la biografía se resume en un epílogo breve; el lector tendrá, como poco, la sensación de que podría haber una segunda novela sobre este gran personaje–. Conversamos en el jardín de Chani, un búnker cuasi selvático que refugia de un Madrid que hierve a casi 40 grados, el mismo día en que sale la segunda edición de Cabeza de Vaca. Comenzamos hablando de su portada.

Pregunta.- Señor Pérez Henares, ¿qué me puede decir de la portada de su último libro?

Respuesta.- Ya por la portada, el libro merece ser comprado. Ha sido un privilegio para mí. Creo que Ferrer-Dalmau es el mejor pintor histórico y no histórico. En esta portada, lo más importante es que ha sabido captar el espíritu del personaje y de la epopeya. Esos horizontes salvajes, ese blanco que va de conquistador, que acaba prisionero y esclavo, pero que tiene un gran carisma y liderato… De hecho, en esa imagen no hay un hombre vencido. En ese momento, ya era el “gran chamán blanco”.

Pregunta.- Dedica la novela a Miguel de la Quadra Salcedo.

Respuesta.- Como otros personajes de Iberoamérica, a Cabeza de Vaca me lo descubrió él. Fue en el curso de la tercera Ruta Quetzal, en el año 2000. Seguimos los pasos de Cabeza de Vaca desde Florida hasta México. No hice la totalidad de la ruta. Miguel me había pedido que fuera en su lugar al último Camel Trophy de la historia, por Tonga, Fiji y Samoa. Que ya no fue en todoterreno, sino en lanchas semirígidas. Lo mejor de aquel viaje fue que pude estar en la casa de Stevenson, en Vailima. Entre los diez libros que había allí estaba El Quijote. Y siempre recordaré cómo lo despidieron los indígenas, los polinesios: “Hola y adiós, contador de las historias”. ¿A qué escritor no le gustaría que lo despidieran así? Volviendo a Cabeza de Vaca, seguimos la ruta de él. Yo me uní en el actual Nuevo México. Cabeza de Vaca cruza desde Florida, todo el sur de EEUU, yendo siempre hacia el oeste. Es el primero que ve los búfalos. Les llama vacas corcovadas. Él y los suyos bajan por lo que es ahora la Sierra Tarahumara, por la Barranca del Cobre, y de ahí ya encuentran a los primeros castellanos. Entonces, este gran chamán va a tener un disgusto, porque estos castellanos quieren esclavizar a sus indios. ¿Por qué Miguel? Fue el que me descubrió este personaje. Y luego, no es lo mismo descubrir a un personaje en los libros que seguir sus huellas, que caminar por donde él ha caminado.

Pregunta.- ¿Cuánto de Chani tiene su Cabeza de Vaca?

Respuesta.- De Chani no lo sé, pero cada vez que veo la portada, a quien reconozco es a Miguel de la Quadra. Creo que se hubieran llevado los dos bien. Para hacer eso hay que ser un tiazo y yo no me pongo a ese nivel. Álvar es un hombre de una inmensa valentía, de una enorme capacidad de liderato, y es muy diferente a los otros defensores de indios. Él ha estado con ellos, ha vivido con ellos, ha sido su criado. Es un soldado curtido: ha estado en las guerras de Italia, en la de los comuneros, ha visto decapitar a los líderes comuneros en Villalar… Lo que noto es que, con los semínolas, por ejemplo, dice: “Parecían gigantes, iban desnudos, unos flecheros extraordinarios…”. Te tiraban donde quisieran, no fallaban. Y les admira. O a los siux, que les salvan la vida en la isla de Malado. Los mira como hombres dignos. Y con los pueblos, lo mismo. Eran gente organizada, pacífica, y dice: “Serían los mejores súbditos de su majestad y no habría mejores cristianos que ellos”. En suma, es un tío que lo está mirando todo y que no tiene la idea de “yo soy más poderoso y me compadezco de esta gente”. Llega a tener un vínculo con ellos. Luego, es inteligente. Aconseja a sus compañeros que hagan marketing: que parezcan frugales, que hablen poco y sentenciosamente… Sabe que él tiene que liderar.

Pregunta.- Siempre me ha gustado la expresión “nuevo mundo”. Imagino a un porquero de Badajoz o a un buscón de Ciudad Real viendo por primera vez esas selvas, esos pájaros, esos indígenas… Debían pensar que estaban en otro planeta.

Respuesta.- No sólo aquello fue el “nuevo mundo”: el mundo entero fue nuevo. Lo trascendental de aquello es que, de un día para otro, el mundo, y ese es el gran descubrimiento de España, de Castilla y de Colón, era el doble de grande. Y había un continente más. Pero es que, al poco, aparece un señor en Sevilla, le preguntan “¿qué haces aquí?”, y dice: “Vengo de dar la vuelta al mundo”. El tal Elcano. La inmensa epopeya de España es la de decirle al mundo que es el doble de grande y, encima, que es global, que ha sido circunnavegado. La primera globalización del mundo la hace España. Y la lengua franca es la española. Por eso ese ataque furibundo y frenético que no ha cesado desde entonces. Atacan al gran gigante, a una nación pequeña que tiene esa inmensa trascendencia histórica. Además, España no hace un imperio colonial, como el inglés. Es España romana. España intenta reproducir España allá donde vaya. De ahí la Nueva España, la Nueva Galicia. ¿Dónde están hechas las primeras universidades? En Iberoamérica. Cabeza de Vaca, por supuesto, si no el mejor, fue de los mejores hombres que envió allí España. También hubo canallas auténticos, como el malo de la novela. Pero hay un contexto y unas consecuencias: las leyes de la corona española, desde el año 1500, defienden de una manera tajante, y es por la reina Isabel, al indígena. Por una razón muy simple: la reina Isabel dice que un súbdito suyo no puede ser esclavo. De esto se pueden quejar los negros, pero los indígenas no. Claro, inmediatamente se hacen trampas: se decía que si el indio estaba alzado o rebelde, se le podía cautivar. ¿Qué decía el malo, Nuño de Guzmán? Que todos los indios estaban alzados y así les ponía el hierro. Otra prueba: ¿cuándo se permite el matrimonio interracial? En el imperio español, desde el día uno, prácticamente. La reina Isabel le dice a los conquistadores que se casen con indígenas. El matrimonio se considera absolutamente legal y los hijos son herederos legítimos de todo aquello. No sólo no se prohíbe, sino que se propicia. ¿Sabes cuándo se legalizó el matrimonio interracial en EEUU? En algunos estados, en 1967. Y luego nos acusan a nosotros de haber hecho el genocidio. La yihad progre es una teocracia, una religión. Y sé de lo que hablo. Una religión que puede ser atea, pero a las pruebas me remito. Con unos mandamientos establecidos por los que se juzga todo. Van a acabar juzgando al Homo habilis. Van a decir que hay que repintar Altamira. Yo recuerdo a unos talibanes que volaron los Budas. Y a unos tipos del DAESH que volaron Palmira. Estos yihadistas progres, unos revolucionarios cebones, ¿por qué hacen esto? Creo que es la frustración de la termita: cuando tu generación es absolutamente incapaz de hacer algo útil para la Historia de la Humanidad, sólo se le ocurre destruir a aquellos que sí han sido capaces de dejar una impronta en la Historia de la Humanidad. Es la frustración del enano, del alfeñique, del que no vale para nada.

Pregunta.- ¿Quiénes fueron doña Catalina y doña Beatriz?

Respuesta.- Son su tía y su abuela. Él se queda huérfano jovencísimo. En realidad, la abuela que a él lo cría y le quiere tanto no es exactamente su abuela materna: su abuelo se casó de terceras con otra Cabeza de Vaca. Son las mujeres más importantes porque no aparecen otras mujeres en la vida de Cabeza de Vaca. Me ha costado Dios y ayuda encontrar el nombre de su esposa, pero no tuvo hijos con ella. Debió pertenecer a una familia judía. Y se casa porque él coge una pasta para poder hacer su soñado viaje, y ella se casa con un cristiano de rancio abolengo. No olvides que su abuelo fue el conquistador de la Gran Canaria y el tío, de Melilla. Luego, no se conoce ninguna pasión de Álvar con alguna indígena. En ese sentido, el que tiene una historia fascinante es Alonso de Ojeda, el capitán de La Virgen, conquense, de Torrejoncillo del Rey…

Pregunta.- Como insultaras a la Virgen delante de él, estabas perdido.

Respuesta.- Se batió en mil duelos y no lograron ni tocarlo una sola vez. Este se enamoró perdidamente de una princesa, que debió ser la hija de un jefe indígena de la zona de Maracaibo: la Guajira bella, Palaaira Jinnu. Y fue un amor inaudito. Se casaron, vino a la corte española, fue la inmensa sensación de la corte. Cuando él muere en Santo Domingo, muy pobre, lo enterraron en la puerta del convento de los franciscanos y, a los tres días de morir, apareció su mujer muerta abrazada a su tumba. Esa estatua está en Maracaibo. Espero que no la tiren.

Pregunta.- ¿Y cómo es eso de que Cabeza de Vaca intentó “subir los ardores sexuales” del duque de Medina Sidonia?

Respuesta.- Ahí estuvo a punto de vérselas con la Inquisición. Se calcula que el rey Fernando el Católico pudo tener unos 250 hijos fuera del matrimonio. Y los reconoció a casi todos, no se cortaba un pelo. Antes de casarse con Isabel, tuvo un hijo al que a los cuatro años hizo arzobispo de Zaragoza que se llamaba Alfonso de Aragón. Éste siguió la estela de su padre, tuvo hijos y, entre ellos, estaba Ana de Aragón. El empeño de Fernando el Católico era casarla con un duque de Medina Sidonia. Lo casa con un duque que era un poco florecilla. Le gustaban los jardines, estaba mucho con los curas, pero lo de follar (risas)… Entonces, la desesperación se apoderó de Ana de Aragón y de todo quisqui, y se les ocurrió que, trayendo unas putas de Sevilla, le podían subir los ardores. Ni por esas. ¿Qué pasó? Que ya que estaban pagadas… Entonces, posiblemente sería el tonto del duque el que lo contara a los curas, confesándose o yo qué sé, y estuvo a punto de liarse la de Dios es Cristo con Álvar, al que le encomendaron tal misión. Carlos V terminó decretando a este duque “mentecato e impotente” y Ana se casó con el hermanastro del duque, que acabó siendo el duque.

Pregunta.- Diría que en la primera parte de la novela, amén del protagonista, el personaje más relevante es Trifón. ¿Qué función cumple?

Respuesta.- Siempre meto en mis libros a uno de Guadalajara, y aunque tenía a Beltrán Nuño de Guzmán y al virrey, necesitaba a una persona que contara lo que yo quería contar, que fuera el guía, el sostén que aconsejara a un Álvar. Y como tengo un bisabuelo que se llama Trifón, y el nombre me gustó mucho, pues le puse Trifón. Es la voz de la gente, la de los marineros, la voz de la verdadera conquista y de lo que queda. Es el que cuenta, por ejemplo, que Cortés era un pájaro de cuenta. Porque, para golfo en faldas, don Hernán: salió de Salamanca por patas por un duelo que ganó; en Santo Domingo, tres cuartas partes de lo mismo…

Pregunta.- Qué tipo más cenizo Pánfilo de Narváez, ¿no?

Respuesta.- Este tipo ya la había cagado absolutamente cuando se va a detener a Cortés. Fíjate lo que le duró: Cortés, por la noche, le dio un golpe sobre el campamento, no tuvo una sola baja, a Pánfilo le dejaron tuerto y tres cuartas partes de su tropa se fue con Cortés. En este caso, el tío la caga al ir para la Tierra Florida. Tenía muchos apoyos en la corte, pero en Santo Domingo ya se le fueron de la expedición 140 personas. Se deja engañar por un piloto que no tenía ni idea. Cabeza de Vaca, segundo de la expedición, intenta por todos los medios que Pánfilo no cometa las gilipolleces. Hay una definitiva. ¿Qué quiere Pánfilo? Que no le mienten a Cortés y emularlo. Y él cree que Apalache será Tenochtitlán.

Pregunta.- Y no.

Respuesta.- Cortés sí sabía donde iba, pero él no. Tenía unos indicativos. No tenían lenguas, o sea, un indio traductor, ni sabía qué había, excepto selva. Sólo el capitán Castillo apoya a Cabeza de Vaca y en frente tiene a todos, pelotas de Pánfilo. Encima, Pánfilo le dice: “Como tú no quieres venir”, insinuando cobardía, “hazte cargo de los barcos”. Entonces, Cabeza de Vaca dice que irá se ponga como se ponga Pánfilo, porque ha herido su honor. Llegan a Apalache, eso no es Tenochtitlán, no les da ni para comer, deben volver, los ataques de los semínolas son tremendos, en los Everglades, imagínate en los pantanales, van aguantando, y Cabeza de Vaca ve que lo único que se puede hacer es construir cinco barcas y comprobar si el puñetero Panuco está de verdad cerca. En Galveston, las barcas van por un lado y por otro. Pánfilo de Narváez no le quiere echar un cabo para acercarse a costa, Cabeza de Vaca le pregunta qué hacemos, y Pánfilo dice: “Sálvese quien pueda”. Llegaron a costa todos, pero fueron muriendo como chinches.

Pregunta.- Uno de los aspectos que más me llama la atención de Cabeza de Vaca es la importancia que le daba al “recado de escribir”.

Respuesta.- ¿Cómo escribe un tío un libro como Naufragios después de nueve años, en los que ha estado al borde de la muerte, pasando un hambre terrible, frío? Sin embargo, toda una parte es de una precisión acojonante hasta en fechas. Que era un hombre culto y leído es cierto. Además, escribe muy bien. Tiene frases geniales. Por ejemplo, para decir “amanecer”, la expresión que utiliza es “al reír el alba”. Es preciosa. Yo la utilizo ahora.

Pregunta.- ¿Puede que la utilizaras en La mirada del lobo?

Respuesta.- Sí. Y, claro, estos tíos iban desnudos, perdieron todo cuando se les hundió su barca… Entonces, hago que él llevara sus notas en un bambú que ha cogido y ha sellado. Tenía que tener en algún sitio las notas. La primera parte está muy bien detallada. Luego, hay cosas que son como delirios, como febriles. Hay cosas que cuenta como de apariciones… Puede ser que venga del…

Pregunta.- ¿Del peyote?

Respuesta.- Puede ser. Yo estuve con los tarahumaras y al peyote no le di, pero al tesgüino bastante. Me santigüé, he de reconocerlo, bastantes veces. Te santiguas y bebes.

Pregunta.- Qué triste y qué español el final de Cabeza de Vaca, muriendo en un monasterio de Jerez de la Frontera “manso, derrotado y solo”.

Respuesta.- Esa es una de las versiones. Otra es que muere en Valladolid. Sus primos Cabeza de Vaca nunca le dejaron. Cuando, en el segundo viaje, le encadenan, ellos están con él, vienen con él y eran una familia muy poderosa. Empeñó todo lo suyo para seguir pleiteando. Pero, por otro lado, he leído que Felipe II le puso una renta y me cuadra más esto. Ten por cuenta que ya era viejo. Longevos como Pizarro, él y pocos más. El primer viaje lo hizo con 40 años; volvió con 50, y el segundo lo hizo con 55. Posiblemente, se retiró al convento porque tenía un componente místico. La expresión que más aparece en Naufragios es “Dios”. Pero es que, entonces, entender la vida sin Dios era absolutamente ridículo. Él en ningún momento pone en cuestión que lo que está haciendo está éticamente bien: la conquista y que los indios se hagan cristianos. Luego, joder, es que lo que hizo, ¿quién coño lo hace? Fue el primer blanco que se fue desde Florida al Pacífico. La historia era seguir el camino de las vacas, hacia el norte, o el camino del maíz, hacia el oeste. Y él es el primero que va hacia el oeste, el primer gran explorador del oeste. El personaje es cojonudo.

Entrevista a Mikel Erentxun

[Por Jesús Fernández Úbeda]

Mikel Erentxun es el vocalista del grupo Duncan Dhu junto a Diego Vasallo y anteriormente con Juan Ramón Viles. Editaron su primer álbum titulado Por tierras escocesas en 1985, y estuvieron en activo hasta el año 2001, en el que publicaron ‘Crepúsculo’, conformando uno de los grandes grupos de los años ochenta. En paralelo, Mikel comienza su carrera en solitario con ‘Naufragios’, más tarde sacaría ‘El abrazo del erizo’, ‘Acróbatas’ y ‘Te dejas ver’, al tiempo que Duncan Dhu publica ‘Ciudades de paso’ y el recopilatorio ‘Éxitos’. En 2008 publica el directo ‘Tres noches en el Victoria Eugenia’, con el que cierra una etapa para empezar de cero. Junto al grupo Malas Influencias, Mikel empieza la tercera etapa de su carrera con ‘Detalle del Miedo’. En 2012 saca ‘24 Golpes’, le siguen ‘Corazones’, ‘Corazón salvaje’, ‘A corazón abierto’ y ‘El hombre sin sombra’. Un poco antes del confinamiento en plena pandemia mundial saca su último disco, ‘El último vuelo del hombre bala’. Hablamos con él, aún en la desescalada y por teléfono, del pasado, el presente y el futuro.

Pregunta.- Inevitablemente Comenzamos con este vacío que nos ha dejado el talento de Pau Donés, el vocalista de Jarabe de Palo ¿Cómo lo recuerdas tú, como amigo y como profesional?

Respuesta.- Lo recuerdo sonriendo; siempre sonriendo. Una persona siempre de buen rollo; tremendamente positivo. Un tío con mucha ilusión; muy vitalista, con una vitalidad muy contagiosa. Fíjate, incluso en los últimos años, con toda la movida que tenía encima siempre había felicidad en él. De hecho, es precisamente esa forma de ver y entender el mundo lo que le llevó a dejarnos un regalo antes de marcharse. Estuvo grabando, trabajando, escribiendo su último disco y eso fue lo que lo mantuvo con vida. Una vez terminado, Pau descansó por fin. Murió a las pocas semanas. Es una manera de despedirse envidiable; digna y elegante. «Me voy, pero ahí os dejo lo mejor de mí; mi música; mi trabajo». Me recordó mucho a Fredy Mercury, trabajando, escribiendo, componiendo, grabando hasta su último aliento. No es fácil cantar con una sentencia de muerte encima y mira, el single es una canción sobre la felicidad; hasta en eso fue admirable.

Pregunta.- Duncan Dhu fue una de los grupos de rock más influyentes de los años ochenta. ¿Cómo se digiere ese éxito siendo tan joven?

Respuesta.- Lo digerimos bien porque no fue un éxito inmediato. Recuerdo que íbamos en el coche prestado de mi hermana de acá para allá, con todos los instrumentos; un Renault 4 en el que no entraba el contrabajo, de acá para allá, hasta que finalmente empezamos a ser conocidos. Este año 2020 yo cumplo 35 años en la música. Duncan Dhu nació en el 85 con el álbum «Por tierras escocesas» y verdaderamente cuando veo el tiempo que llevo dedicado a este oficio me parece un sueño. Lo que más admirábamos en aquella época, cuando empezábamos, eran carreras largas, soñábamos poder vivir de la música toda la vida, como nuestros admirados Bob Dylan o Leonard Cohen. Esta es una profesión en la que lo difícil es mantenerse; es una carrera muy sinuosa, con curvas y cuestas pronunciadas hacia arriba y hacia abajo. Un éxito en una canción no es más que eso; pero lo valioso, al menos para mí, es sentir que, al pasar el tiempo, has modificado algo; has dejado un sello; una impronta; algo que te va a trascender.

Pregunta.- ¿Cómo era por dentro Duncan Dhu?

Respuesta.- Éramos en un primer momento tres componentes, Diego Vasallo, Juan Ramón Vilés y yo. Y bueno, éramos tres chicos de dieciocho años que estábamos estudiando nuestras carreras, y quedábamos para salir por ahí y para tocar. Realmente éramos muy jovencitos, pero no he sido demasiado consciente de eso hasta que no he sido padre; mi hijo mayor tiene ahora 24 años y para mí sigue siendo un crío, pero yo con su edad ya había grabado discos (risas). Dimensionar todo aquello me resulta muy raro ahora. Como te contaba antes, nuestro éxito fue rápido, pero no inmediato, así que aquellos chicos que viajaban en un «cuatro latas» prestado a pequeños bares de Madrid y Zaragoza a tocar tuvieron la suerte de tener un par de años de rodaje hasta que el éxito les llegó por fin con el segundo álbum.

Pregunta.- ¿Qué echas de menos de aquellos años?

Respuesta.- Bueno, tú sabes que cuando uno mira para atrás, tiende a quedarse con lo bueno, y en mi caso, no puedo encontrar en esa etapa más que buenos recuerdos, pero realmente no echo de menos aquellos años porque aquel Mikel pertenecía a una etapa pasada; y el de ahora, por fortuna, sigue muy vivo; componiendo, grabando, trabajando, ilusionado con nuevos proyectos y nuevas músicas. Con una vida llena, afortunadamente, de cosas por hacer. Además, los vascos tenemos esa vena costumbrista, tradicional, de abrir el álbum de fotos y recordar con nostalgia y esas cosas, pero cada edad tiene su momento, y en este momento creo que estoy haciendo las cosas que debo hacer acorde a mi edad. El éxito nos vino con veintipocos años que es una edad perfecta para viajar; vivir fuera de casa, tocar hasta las tantas, trasnochar, que la gente te pare por la calle…ser una estrella del rock (risas) …. Ahora con 55 años, mis hijos y mi vida no podría llevar ese ritmo. Sería imposible.

Pregunta.- En 1992 nace el álbum Naufragios, con el inolvidable tema A un minuto de ti, ¿Cómo decides seguir en solitario? ¿Qué recuerdos tienes de esa etapa?

Respuesta.- Le tengo un especial cariño a ese álbum y a ese tema porque ambos fueron como un renacer. Una carrera profesional tan larga como la mía tiene el inconveniente de que hagas lo que hagas, la gente lo va a comparar siempre con lo que hiciste antes, “«no pues era mejor Cien Gaviotas». Yo tuve la suerte con este álbum, que fue mi primer disco en solitario, de tener un éxito comparable al que había tenido años atrás y eso era muy difícil. Fue un comienzo de carrera en solitario muy potente, mientras que con Duncan Dhu todo fue más progresivo, el éxito de Míkel Erentxun fue inmediato y de hecho nunca más volví a vivirlo así; mi carrera en solitario nunca más volvió a tocar las cotas de popularidad que tuve con esa canción. a pesar del tiempo transcurrido, «A un minuto de ti» es un tema que nunca falta en mis conciertos ni en los recopilatorios.

Pregunta.- ¿Cómo era hacer música antes y cómo es hacerla ahora, con 55 años y toda esa biografía a cuestas?

Respuesta.- En estos 35 años de carrera musical, desde el primer disco de Duncan Dhu, he probado y he intentado muchas cosas, unas con más aciertos que otras, pero ha habido una evolución, creo, bastante coherente. Todas las fases por las que he pasado me han enriquecido y de todas he aprendido mucho. El grupo me gustaba porque lo compartíamos todo: el trabajo, las formas, la furgoneta, los hoteles, vas acompañado, en la carretera y en el escenario. Pero cuando trabajo solo me encanta sentir que estoy en el timón de la nave; que todo lo que pase, bueno o malo, depende únicamente de mis propias decisiones. Ser el dueño y señor de todo lo que hago tiene su punto. Llevo ya muchos años en la carrera como solista y me encuentro muy a gusto, pero por supuesto los logros de Duncan Dhu y su huella en la música española, siguen siendo un orgullo para mí.

Pregunta.- ¿Te ha pesado Duncan Dhu en tu carrera en solitario?

Respuesta.- Jamás. La decisión de seguir en solitario fue coherente con mis circunstancias personales. Con familia, hijos, mujer, ya no me sentía a gusto llevando la vida que llevaba con veinte años, sentía además que, profesionalmente necesitaba dar un golpe de timón, dejar la primera división y adquirir un nuevo ritmo a la hora de escribir, componer y cantar. Decidí cerrar una etapa de concierto y viajes y comenzar otra mucho más libre, aunque también más arriesgada, pero desde luego, menos competitiva. Me planteé retos personales en mi profesión, frente a la competitividad de los primeros años de Duncan Dhu.

Pregunta.- Y en ese momento de cambios nace el disco Detalles del miedo

Respuesta.- Exacto. Un trabajo grabado y mezclado en Londres en diciembre de 2009, en plena crisis, en cinta analógica de 16 pistas, por Cameron Jenkins. En este álbum decidí que en los temas se iban a imponer sobre todo «las sensaciones». Quizá las canciones no eran tan redondas como antes, pero yo sí era más libre, por eso decidí «estrujarlas» quitando todo lo que sobraba para llegar a la esencia. Con este disco, me advirtieron mis productores, te vas a estrellar, y efectivamente eso fue lo que pasó, pero de él obtuve cosas muy valiosas; un conocimiento inmenso que me abrió las puertas a otros lugares muy interesantes de la creación y de mi propia capacidad de componer. Y mira, creo que si yo hubiese seguido en la línea del pasado me habría ido debilitando hasta morir profesionalmente, pero con este disco decidí estrellarme para volver a renacer.

Pregunta.- ¿En qué sentido?

Respuesta.- Pues en un sentido de avance profesional con más densidad. Se me abrieron puertas a lugares menos populares, pero más especializados, y gente de ese mundo, digamos, exclusivo, se empezó a interesar por mi nuevo trabajo, lo que me llevó hasta lugares maravillosos, como el haber sido nominado por el disco «Corazones» a los Latin Grammy Awards en 2015.

Pregunta.- Aquel álbum «Corazones» fue un punto y aparte en tu carrera, al que le han seguido «El hombre sin sombra» y «El último vuelo del hombre bala», grabado el año pasado. Háblanos de esa «trilogía autobiográfica».

Respuesta.- Pues en realidad surge en progresión, no es algo que estuviese planificado como una verdadera trilogía, pero sí que me di cuenta de que compartían muchos elementos; así que entendí que el sentido era que estos tres discos fuesen unidos al menos de manera conceptual. Realmente son una especie de autobiografía musical. El primero de ellos, «Corazones», quise hacerlo tras recuperarme de una cardiopatía. Con el tiempo te das cuenta de que aquello no era tan grave y de que le pasa a mucha gente, pero realmente me cambió, porque durante un tiempo me vi en el filo de la navaja. Empecé a mirar de otra manera; a ser consciente de que a un lado está la vida y al otro, la muerte y pasó algo curioso; en vez de repasar mi vida profesional, en aquellos días de hospital, UVI, médicos y rehabilitaciones pensaba en mi primera Navidad y en el día que nació mi hijo. Me volví muy sentimental. Antes, le daba importancia a un llenazo, y ahora, a estar en el sofá viendo la tele con mis hijos.

Pregunta.- ¿Cómo has llevado el confinamiento? ¿Cuál ha sido tu música elegida en estos meses para el consuelo?

Respuesta.- El confinamiento siempre lo voy a ligar a Elton John, un personaje que siempre me produjo rechazo, curiosamente. Sin embargo, al comienzo del confinamiento vi la magnífica película sobre su vida y me gustó tanto que empecé a indagar en su trabajo; a buscar sus primeros discos, a escucharlo con atención y respeto, y para mi sorpresa, me he encontrado con verdaderas obras maestras; singles que son tesoros. Para mí Elton John ha sido todo un hallazgo; una felicidad; mi banda sonora del coronavirus. En cuanto a series, he descubierto una que me ha fascinado: «Outlander». Además, es que es «tan del norte»; me atrevería a decir que ¡es «tan Duncan Dhu»! (risas). Si yo veo esta serie hace 35 años, vamos, me da algo. Es que la música de Duncan Dhu hablaba precisamente de eso: los jacobitas, los Highlands; los castillos… hasta íbamos vestidos de escoceses. En cuanto a libros, he leído varios en estos meses, pero el que más me ha marcado ha sido La Frontera, cerrando con él la trilogía de Don Winslow, que me apasiona. Esas han sido en música, cine y literatura las tres luces con las que me he guiado en estos extraños meses de encierro.

Pregunta.- Solemos terminar nuestras entrevistas hablando sobre pintura; al fin y al cabo, esto es FDMagazine. Si tuvieses que elegir un pasaje histórico para que Ferrer-Dalmau lo pintase, ¿cuál sería?

Respuesta.- Sin duda, y ahora que lo tengo tan presente gracias al cine, elegiría para ser representada en un gran lienzo por Ferrer-Dalmau, la sangrienta batalla de Culloden, con la terrible derrota final del sueño jacobita. Aunque si me permites, y aunque no sean muy pictóricos, hay dos momentos de la historia de la música que guardo en mi corazón, habiendo soñado mil veces con estar allí: uno es la primera grabación de Elvis y el otro, el mítico concierto de los Beatles en la azotea, aquel frio invierno de 1969

Entrevista a Cayetano Martínez de Irujo

“Hay do s países con una genialidad especial: Italia y España. El Imperio Romano y el Español lo demuestran”

[Por Jesús Úbeda]

Cayetano Martínez de Irujo Fitz-James Stuart (Madrid, 1963) es el IV duque de Arjona, el XIV conde de Salvatierra, y el quinto hijo de Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo. Desciende de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, considerado por no pocos historiadores como el mejor general del siglo XVI, y pertenece a una casa nobiliaria cuyo origen se remonta a la Baja Edad Media. Como cuenta a FD Magazine, la historia de su familia le generó una “confusión muy grande”, sobre todo, porque nunca le explicaron nada. Deportista, empresario, exgestor de la Casa, terminó descifrando su galimatías personal/sentimental/psicológico no ha tanto, en un centro de terapia estadouniden se. Considera que España es un país con duende, reivindica a su madre por haber traído el patrimonio familiar “al siglo XXI” y se entusiasma hablando de la Transición. Conversamos sobre su historia, la de su familia y, cómo no, sobre la del país:

“La Historia de España del color que tengan las turbulencias”

Pregunta.- Su abolengo no es moco de pavo…

Respuesta.- .(Risas) Salvatierra es un condado muy antiguo, y Arjona es el ducado más antiguo de España. Más que Medinaceli y más que Albuquerque. ¿Quinto hijo de los duques de Alba? Mi hermano mayor dice que los Alba son él y sus hijos (risas).

Pregunta.- ¿Y qué hacemos con los genes entonces?

Respuesta.- .(Risas) ¡Ahí estamos! Somos hijos de la misma madre y del mismo padre. Eso no lo cambia nadie.

Pregunta.- En De Cayetana a Cayetano (La Esfera de los Libros, 2019), usted describía la historia de su familia como “memorable y fatigosa”, y señalaba que “ha recaído sobre nuestros hombros como una losa, al marcar una determinada educación y una forma de vivir suspendida en el tiempo”.

Respuesta.- La historia de mi familia me afectó, me imagino, como a todos mis hermanos. Visto el resultado, creo que les ha afectado a todos, no puede ser de otra manera. A mí me afectó con una confusión muy grande. Sobre todo, porque nunca me explicaron nada. Por lo menos, los tres mayores tuvieron la explicación de mi padre, el porqué nos seguían educando como a aristócratas, como a miembros de la nobleza más alta, cuando los tiempos empezaban a cambiar notablemente: en los últimos treinta años, el mundo ha cambiado más que en los últimos trescientos. Entonces, para mí fue muy confuso. Por como soy y porque nunca me explicaron nada. Todo lo deduje de lo que oía, sentía y vivía, pero claro, si no te dan una explicación, es muy, muy difícil entender determinadas cosas.

Pregunta.- Usted se hizo cargo de la gestión del patrimonio de la Casa de Alba. La responsabilidad no fue chica.

Respuesta.- Eso fue, por un lado, una enorme responsabilidad y, por otro lado, una increíble satisfacción. Fui el elegido de mi madre y, por ello, he pagado un precio tremendo, perdiendo a cuatro hermanos. Pero ser el elegido de ella también supuso un orgullo enorme, incalculable. Recuperé a mi madre al 100% gracias a eso. Durante los seis años que dirigí la Casa, tuve una relación con ella tan estrecha que recuperé los cuarenta años anteriores, en los que me sentí muy solo y un poco abandonado.

Pregunta.- Señor Martínez de Irujo, ¿cuál es el episodio que más le llena de orgullo de toda la historia de su familia?

Respuesta.- En la Historia total, las grandes conquistas del Gran Duque de Alba. Para mí, fue mucho más importante que el Conde Duque de Olivares. Ha habido grandes personajes en la historia de nuestra familia, pero las 18 grandes batallas que llevó a cabo el duque de Alba y que ganó todas… Tengo algo de guerrero, y sí, me parecen increíbles la inteligencia, la estrategia, la capacidad de conjunción y la capacidad de liderazgo de ese hombre. Las hazañas que hizo para España en el mundo son inolvidables e irrepetibles. Y luego, de los 56 años que he vivido, cuando mi madre abrió el Palacio de Liria para la reina Victoria Eugenia, con la oposición de Franco, porque era un poco líder del sector monárquico de la sociedad española. Se hizo un besamanos que duró seis u ocho horas. La gente entraba por una parte del jardín y salía por otra. Y Liria fue la casa de la reina Victoria con la oposición de Franco.

Pregunta.- ¿Y cuál es el que más le avergüenza?

Respuesta.- Pues mira, si te digo la verdad, porque ya no tengo ningún tapujo, nosotros, en general, hemos vivido con una cierta vergüenza. Creo que todos los hermanos. A pesar de que algunos tuvieron más explicación de otros, como Fernando y yo, que no tuvimos ninguna, vivíamos de una manera que ya empezaba a no tener nada que ver con la realidad de la sociedad. Entonces, fíjate que mi madre se adaptaba como nadie a los tiempos, pero ella, como no hablaba mucho con nosotros de nada, nada más que de cosas generales, no nos explicaba nada. Ella cambiaba, pero nosotros seguíamos en el camino que nos habían encarrilado. Con nuestras rebeliones internas, con nuestras confusiones y, desde luego, con mucha vergüenza. No somos una familia real, pero tampoco personas normales.

Pregunta.- ¿España podría entenderse sin la Casa de Alba?

Respuesta.- Hombre, sí. España ha sido uno de los grandes imperios del mundo y se puede entender sin cualquiera. Es como cuando dices que una entidad como el Madrid se podría entender sin Santiago Bernabéu: hubiera sido un poco diferente, pero no hubiera dejado de ser el Real Madrid. Estoy seguro de eso. España es España y tienen valor todos los españoles, todos aquellos que hicieron que fuéramos uno de los mayores imperios del mundo. Pero no cabe duda que la Casa de Alba ha tenido un peso y una importancia histórica muy relevante, muy protagonista. Y lo más importante para mí, independientemente del Gran Duque, ha sido que mi madre ha traído todo ese patrimonio al siglo XXI. Eso es algo histórico, y lo ejecuté yo con una donación en el año 2011. Esa fecha es una de las más importantes de la historia de la familia.

Pregunta.- ¿De qué color es la Historia de España: negra, rosa, hay grises?

Respuesta.- Pues… ¿de qué color son las turbulencias? (Risas) La Historia de España es del color que tengan las turbulencias. No sé por qué, los españoles tenemos, por un lado, tanto orgullo, tantas buenas cualidades, tanta capacidad de improvisación y genialidad, y, por otro, tenemos ese instinto de autodestrucción y ese complejo. Eso hace que tengamos una turbulencia casi constante

Pregunta.- ¿La Historia de España tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- Sí, sin ninguna duda. Hay dos países con una genialidad especial: Italia y España. El Imperio Romano y el Español lo demuestran. El resto de países que han sido grandes imperios, como Inglaterra, los han sido por disciplina, educación, sacrificio… No digo que en Italia y en España no hubiera esas cualidades, evidentemente, pero el duende que tiene España, y que tiene Italia, no es algo que encuentres en otros países.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- La Transición a la monarquía y a la democracia. Fue algo histórico. Lo viví siendo muy pequeño, pero fue impresionante. Cómo el rey Juan Carlos dio un paso p’alante, cómo don Juan abdicó en beneficio de su hijo por el beneficio de España, cómo Suárez se reunió con Felipe González, con Carrillo, y el PCE ya se daba cuenta de que el comunismo estaba fracasado y de que el sistema empezaba a enterrarse en el mundo… Conseguir la Transición es una parte histórica de España impresionante. La Transición, que la he vivido, es el episodio histórico que más me ha impactado. Y ver ahora que hay un sector en el Gobierno que todavía quiere revivir un sistema que está absolutamente fracasado y enterrado en el mundo, crea unas turbulencias… Volver al comunismo está fuera del sentido común.

Pregunta.- ¿Y el que más le desagrada?

Respuesta.- La Guerra Civil. Sin duda. Porque fue muy triste, causó muchos muertos y unas heridas que no se habían cerrado del todo y que Zapatero volvió a abrir. Eso es tremendo en el país.

Pregunta.- “Memoria” e “Historia”: ¿son palabras que encajan bien?

Respuesta.- Sí. Encajan bien. Porque para conocer la Historia debes tener memoria. La memoria es muy importante, prácticamente, para todo. Siempre hay que estar en el presente y mirar en el futuro, pero lo que ha ocurrido en el pasado es lo que te hace ser lo que eres en este momento. Hay que tener memoria con la Historia, claro.

Pregunta.- Finalmente: usted ha criticado la apertura de Liria al público. La considera “un acto inmoral”. ¿Por qué?

Respuesta.- Pues mira, a día de hoy, estoy pasando página. Como te he dicho antes, he perdido a cuatro hermanos y eso ha sido muy triste. Han sido muy duros estos últimos cinco años, pero hay que seguir adelante. Quizá, estoy demasiado impregnado por la mentalidad de mi madre y por la razón por la que se reconstruyó el Palacio de Liria. La gente piensa que la Casa de Alba tenía una fortuna. Y sí que la tenía: en la época de mi padre. Pero esa fortuna se ha dilapidado en los 45 años que han pasado desde que mi padre se fue. Entonces, nosotros no hemos heredado ni un céntimo. Eso quiere decir que todo se ha ido en la manutención que hizo mi madre de los cuatro palacios y del resto de las casas. Del patrimonio, en general. No se gasta parte de la fortuna, que hubo que vender bastantes tierras, en reconstruir un palacio de esas dimensiones para convertirlo en un museo en cuanto te lo dan. Y más, después de haber estado todos implicados en la causa, en cuerpo y alma, con el resultado de haber heredado unas propiedades, pero cero euros. Cero euros. Entonces, moralmente, el que ha heredado esos palacios y lo que es rentable para mantener esos palacios, pues… Por eso me parece inmoral. Ya estoy abriéndome y pasando página, pero esa es la razón.

Entrevista a Christian Gálvez

“Una figura como Leonard o señala las carencias de los demás, y hay gente que, al ver señalada su carencia, vuelca su ira o fr ustración en esa persona”

[Por Marina G. Torrús]

La última novela de Christian Gálvez –Hannah– habla de sacrificio, de héroes, de lucha por la supervivencia, de solidaridad en tiempos difíciles. Hablamos con él a mediados de febrero, cuando aún se desconocía el alcance del Covid-19. Ahora, en plena pandemia, tiene todo el sentido del mundo tomar en nuestras manos una historia que demuestra que la colaboración humana y el sentido común pueden ganar las peores guerras. Pero ¿quién es Christian Gálvez? Su DNI indica que nació en Madrid en 1980. No es cierto. Nació en Florencia, en el Renacimiento. Por eso su conexión con Leonardo da Vinci y, como él, toca varias disciplinas: es presentador de televisión, investigador, divulgador, conferenciante y comparte con él la pasión por el arte, la ciencia, la curiosidad por la vida. Hay un aspecto en el que no le gana el genio: la constancia. No lo comenten, pero parece ser que Leonardo dejaba algunos trabajos sin terminar. Gálvez no. Ha estado 12 años presentando el concurso “Pasapalabra” en Telecinco, siendo líder de audiencia. Ahora soplan otros vientos y despliega velas como empresario en «Fénix Media Audiovisual», una nueva productora de televisión. Después de «Matar a Leonardo da Vinci», «Rezar por Miguel Ángel», analizar los rostros del genio de Vinci o dejar a la Gioconda descodificada, ha cogido el arco que guarda celosamente en su garaje para lanzar una flecha en mitad de la Segunda Guerra Mundial con «Hannah». Vamos con ella.

“He aprendido a sobrBRellevar los FRacasos y las críticas, y he aprendido a escucharme”

Pregunta.- Es un hecho histórico que, en 1944, el cónsul alemán en Florencia, Gerhard Wolf, desafió las órdenes de sus superiores y se negó a volar el Ponte Vecchio salvando así la vida de cientos de judíos. Cuéntame quién es Hannah y qué papel juega en todo esto.

Respuesta.- Hannah es un puente entre dos épocas; es un personaje, pero también es un palíndromo que nos permite unir la Florencia de 1944 y la del 2019. La Hannah de hoy ejemplifica toda esa juventud que necesita una motivación para buscar algo, y la Hannah «niña» del pasado es la personificación de todos los judíos que perdieron la vida en la Florencia de 1944. A través de la Hannah actual hacemos una búsqueda personal –que podría ser la de cualquiera– intentando saber sus raíces. Por eso desde el primer momento planteo el tema de si podemos heredar recuerdos traumáticos.

Pregunta.- ¿Y tú crees que se pueden heredar los recuerdos traumáticos?

Respuesta.- Por todo lo que he leído desde el punto de vista psicológico y científico, me decanto por pensar que sí. Y además sería una manera, bajo ese punto de vista, el científico, de explicar la reencarnación arrancándole la pátina teológica. Me parece que, por lo menos, la búsqueda es pertinente. Si heredamos pigmentos o morfología, ¿por qué no podemos heredar otro tipo de cosas? Podría justificar algunos deja vu. Esa es la premisa de la que parte Hannah: intentar delinear el pasado de su abuela: la última niña superviviente bajo el amparo del cónsul de Florencia, Gerhard Wolf.

Pregunta.- ¿Cómo descubres la historia de Wolf?

Respuesta.- Paseando por Florencia; no sé si fue casualidad o causalidad, pero el caso es que me dio por mirar placas. Hay una costumbre muy bonita para los turistas que reza «persigue los versos de Dante a través de la ciudad». Tú vas mirando por las calles y ves pequeños trocitos de la Divina Comedia. Y buscando en el Ponte Vecchio encontré una placa, bastante grande, por cierto, de un tal Gerhard Wolf, a la que nadie prestaba atención. Leí algo así como «ciudadano honorífico por haber salvado la vida de cientos de judíos, por haber evitado el expolio nazi y por haber salvado el Ponte Vecchio.» Y me dije, ¡pero qué historia más brutal! Es un Schindler o un Ángel Sanz-Briz… Y fíjate que también me enamoró que no hubiera demasiada información sobre el personaje real. Uno se sumerge en internet y apenas encuentra cuatro líneas en alemán o en inglés…

Pregunta.- ¿Por qué no se había contado la historia de Wolf antes?

Respuesta.- Creo que son dos los motivos: primero, porque Wolf era nazi, y los alemanes con el nazismo… (hace un gesto con la mano de echar llave a su boca) silencio absoluto. Y segundo, los italianos tampoco querían contarlo porque el protagonista era alemán, (sonríe) y duele un poquito por esa herida narcisista de «no fue un italiano el que salvó el Ponte Vecchio».

Pregunta.- Vale, no abunda la información, ¿y entonces…?

Respuesta.- Busco en las librerías Alfani y, sobre todo, la Giorni, en Florencia; librería que ya estaba abierta en 1944. Ahí los libros escondían correspondencia comunista en contra de los fascistas, y de repente encuentro un libro del año 43 con todos los documentos y telegramas que se mandaban desde Italia a Berlín sobre lo que sucedía en la ocupación nazi. Porque, ¡cuidado!, Italia es el único país que pasa de ser aliado a enemigo, y hacen reportes de quiénes les apoyan. «Nos apoya tal, nos apoya cuál, nos apoya esta familia…» Y en un telegrama se dice lo siguiente: «En el caso del cónsul alemán Gerhard Wolf, tenemos que puntualizar ciertas cosas. Es un tipo muy amable, muy generoso, colabora con todo, pero (alarga la e con intención) está empezando a pedir poderes e información política y militar que no le compete. Deberíamos dejarle claro qué parte le corresponde a él y qué a la milicia. Hasta ahora no nos ha causado ningún problema, pero mantengamos el ojo en él». Y es brutal. El tío estaba siendo vigilado y aún así no cejó en su empeño.

Pregunta.- Un valiente…

Respuesta.- Sí, pero el héroe no puede estar solo. La Odisea o la Ilíada requieren compañeros de viaje. Por eso en Florencia hubo grandes personajes como el rabino Nathan Cassuto, que al final fue deportado a Auswitchz donde perdió la vida; el cardenal Elia dalla Costa, que participaba desde la catedral de Santa María del Fiore para ayudar a los judíos; Gino Bartalli –el ciclista del fascismo de Mussolini– que solo cuando murió, su hijo contó que escondía pasaportes falsificados en los tubos de su bicicleta… Porque (con intriga) ¿el Guardián del Ponte Vecchio fue solo Gerhard Wolf? ¿Cuántos guardianes tuvo el Ponte Vecchio? Igual nos llevamos alguna sorpresa…

“Los presentadores no tenemos programas, no son de nuestra propiedad”

Pregunta.- ¿Qué se habría perdido si los alemanes hubieran destruido el Ponte Vecchio?

Respuesta.- Desde el punto de vista histórico-bélico, los aliados habrían tardado bastante más en acceder al casco histórico florentino y, claro está, también se hubiese perdido gran parte de la historia. Pero ¡ojo!, tenemos un concepto muy erróneo, el gran puente de Florencia era el Ponte Santa Trinità, como lo defiende Bernard Berenson y una serie de historiadores que vivieron esa época; y ese sí fue demolido. Ahora bien, ¿por qué los florentinos, cuando tienen la oportunidad de salvar un puente, salvan el Ponte Vecchio? ¿Solo por amor al arte? Esta es otra de las cosas que pretendo contar en la novela.

Pregunta.- ¿Cómo ha sido el proceso de escritura de esta historia?

Respuesta.- Yo siempre utilizo un proceso matemático, trabajo con una escaleta. Antes de acabar «Matar a Leonardo» o «Rezar por Miguel Ángel» sabía exactamente qué iba a pasar en cada capítulo. La grandeza de esta novela es que yo sabía qué iba a ocurrir al principio y, obviamente, al final –porque hay hechos y personas reales– pero no el cómo, porque la novela estaba viva. El proceso de investigación que tiene que hacer Hannah en 2019 es el que he tenido que hacer yo. En ella están todas mis pesquisas, incluido el punch final que me lleva a escribir esta historia. Y es que entro en Ebay, tecleo «Gerhard Wolf» y encuentro un libro de Bernard Berenson –historiador de arte afincado en Florencia, judío, que tuvo que estar escondido– sobre la estética del arte, publicado en el 48. No te diré el precio, pero sí que en las fotos que me mandaba el propietario, de repente descubro que el autor se lo dedica a Gerhard Wolf y le da las gracias porque fue una de las personas a las que salvó. Y lo mas bonito de todo es que esa dedicatoria de 1948 la realiza después de la ocupación aliada de Florencia, es decir, una vez que mi protagonista vuelve a la ciudad del Arno como ciudadano honorífico, y este tipo le regala su libro diciéndole «gracias». Así que tengo en casa un libro que perteneció al protagonista real de mi novela. Es emocionante.

Pregunta.- Cuentas la historia en dos planos temporales, presente y pasado. ¿Las atrocidades de las guerras deben traerse a la actualidad como aviso?

Respuesta.- Por eso estudiamos Historia. Lo hacemos por placer, y para aprender de las acciones y para no tropezar en las mismas piedras. Las consecuencias de esa Segunda Guerra Mundial que intento señalar en la novela nos sirven –y además lo pongo en la contraportada– de advertencia en un presente en el que hay mucha incertidumbre a nivel político en cuanto a los extremos radicales. El claim de la exposición de Auschwitz que tuve ocasión de ver en Nueva York hace unos meses es maravilloso: «No hace tanto, no tan lejos». Es que ya con eso te están contando todo.

Pregunta.- Es imposible hablar contigo y no hacer referencia a Leonardo da Vinci. Dos novelas, dos ensayos, eres miembro del Leonardo DNA Project, comisario de una exposición sobre los rostros del genio… más de diez años intentando reconstruir su obra, su carácter, su apariencia e incluso sus patologías… Si pudieras traerlo al presente, ¿encajaría en nuestra sociedad?

Respuesta.- Seria un incomprendido. Ya lo fue en su época y creo que seguiría cometiendo los mismos errores hoy. No considero que ahora mismo vivamos en una sociedad que valore la polimatía, la multidisciplina. Somos de poner etiquetas, hastags –si quieres modernizarlo–; te dicen «tú eres esto y tú eres así». Y una figura como Leonardo señala las carencias de los demás, y hay gente que, al ver señalada su carencia, vuelca su ira o frustración en quien lo señala. Creo que haríamos eso con Leonardo.

Pregunta.- La trilogía está al caer… ¿Falta poco para Rafael?

Respuesta.- ¡Falta! (dice riendo) no sé si mucho o poco, pero falta. ¿Sabes qué pasa? Que hay un componente muy romántico con él. La historia de Rafael pretendía ensalzar la figura de la mujer en el Renacimiento. Esa forma de tratar a la mujer y su historia de amor con Margarita Lutti, la Fornarina, le convirtieron en el Rafael que hoy en día conocemos. ¿Qué sucede? Que por un lado ya he tratado a las mujeres del Renacimiento en un ensayo y, por otro, parte de ese trabajo se basaba en el cable que me echaba en Italia Paloma Gómez Borrero. Y lo ultimo que me dijo Paloma antes de morir fue “he encontrado la casa donde Rafael y la Fornarina pasaron sus últimos días juntos”, pero nunca me la enseñó porque se nos fue. Siento eterna gratitud con Paloma, así que no sé cuando será el momento de retomar esa historia. Para mi siempre será una historia inconclusa.

Pregunta.- Vas a cumplir 40 años y llevas desde los 15 en televisión. Debutaste en «Médico de familia». después vinieron «La casa de los líos», «Al salir de clase», «Desesperado club social», «Caiga quien caiga», y por supuesto, «Pasapalabra». ¿Qué te ha dado este concurso además de tu mujer, Almudena Cid?

Respuesta.- Pasapalabra me ha dado lo mismo que Leonardo: premios y cicatrices. Parte de los mejores y los peores momentos de mi vida los he pasado ahí. Cuando me refiero a los peores hablo desde una operación de columna vertebral hasta una cancelación de un programa. Durante esos 12 años de emisión, el director del programa –Rafa Guardiola, uno de mis mejores amigos– no me ha permitido nunca relajarme ni poner el piloto automático. Eso es aprender. Y también he aprendido a despegarme de las cosas, a darme cuenta de que los presentadores no tenemos programas, no son de nuestra propiedad. Porque la realidad te apunta y te dice: esto no es tuyo, es un préstamo que se te concedió y ahora tienes que volar.

Pregunta.- ¿En qué ha cambiado Christian Gálvez?

Respuesta.- En esencia sigo siendo el mismo, pero he aprendido a escucharme, a sobrellevar los fracasos, las críticas, las competencias, los titulares injustos patrocinados por otros… Ahora puedo decir que estoy contento conmigo mismo. También soy un Chris más prudente. Antes pretendía mostrarme como ese superhéroe al que le rebotaban todas las balas, y de ahí he aprendido a decir «pues he estado mal, cancelaron Pasapalabra y he estado muy mal». Y cuando cuatro me criticaron por curar una exposición sobre Leonardo, pues también estuve mal. Y es muy liberador poder decirlo. Ahora ya he aprendido, ahora ya no duele.

Pregunta.- ¿Quieres adelantarnos algo de tus planes de futuro?

Respuesta.- No te puedo contar mucho. Solo te puedo decir que, a día de hoy, entrando en el 2020, me define una gran palabra: ilusión. Y eso es brutal.

Entrevista a Juan Eslava

“A mi edad lo único que me interesa por encima de cualquier cosa, es aprender”

[Por María José Solano]

Juan Eslava Galán no necesita presentaciones. Nació en Arjona, Jaén, 7 de marzo de 1948 es un escritor español del género histórico, tanto de ficción como de no ficción. Ha publicado algunas novelas bajo el pseudónimo de Nicholas Wilcox. Las trompetas de Jericó, de la Trilogía Templaria escrita bajo el pseudónimo de Nicolas Wilcox; La mula; Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie y su más reciente novela, El amor en el jardín de las fieras, por citar algunas, definen el placer casi obsesivo del escritor por enmarcar sus fascinantes tramas en la Europa que enlaza nuestra Guerra Civil con el orto y ocaso de la Segunda Guerra Mundial. Esta primavera sale a la luz, publicado por Planeta, un nuevo libro que continúa esta corriente. Su título, como siempre, nos predispone a la sonrisa cómplice y nos precipita a la lectura: El sueño del caudillo. Nueve meses que no estremecieron al mundo.

“Para la salud futura del buen novelista, debe quedar siempre un poco de impulso sobrante”

Pregunta.- Sacas nuevo libro en marzo, siguiendo ese ritmo de escritor prolífico trepidante al que has acostumbrado a tu legión de seguidores. Cuéntanos.

Respuesta.- Efectivamente. Sale a las librerías próximamente con el título La tentación del caudillo, y un subtítulo maravilloso que me ha regalado mi querido Arturo Pérez-Reverte y que me pareció una chispa genial: Nueve meses que no estremecieron al mundo. Este libro es mi proyecto más arriesgado de hacer novela y ensayo, todo metido en la misma batidora. Vengo haciendo eso desde hace tiempo, pero a este libro he llegado ya con las herramientas afiladas, y el resultado me tiene muy satisfecho. Lo mismo que en las maromas de la marina británica hay varias cuerdas que se entrecruzan, siendo una de ellas de color rojo que la identifica inmediatamente como perteneciente a la flota inglesa, en esta novela, la cuerda roja; la huella típicamente “eslavagalán” está muy presente, enredada con los hechos históricos.

Pregunta.- En relación a eso, al comienzo haces una advertencia: “Este libro es una historia novelada. Cualquier coincidencia con la realidad de nombres, personajes o situaciones debe considerarse fortuita”

Respuesta.- Exacto. En el libro hay una serie de personajes que son históricos y que lo que hacen, lo hicieron, como Franco y su anhelo de aliarse con los alemanes que él consideraba prácticamente vencedores, tal y como se presentaba el panorama tras Dunquerque. Y luego hay otros personajes que son literarios, como el protagonista, Francisco Welser López, un chico bien, pero un cínico absoluto, que ha estado en la Legión con una historia complicada: era amante de la novia de su hermano mayor, que al descubrir el engaño se suicida. Eso lo empuja a refugiarse en Alemania, pues criado en colegios suizos, domina perfectamente el idioma. Por cosas de la vida, lo llaman para que haga de intérprete en el palco de los generales alemanes el día del Desfile de la Victoria, imaginaos la situación…(todos imaginamos la situación mientras escuchamos embelesados a Juan, que nos habla de este personaje novelesco como si se tratase de un amigo de juventud). Total, que tenemos a este muchacho y sus aventuras alemanas y mientras, Franco y sus generales preparando el gran sueño del caudillo: reunir al mayor ejército del mundo. En paralelo, el tercero en discordia, Hitler, despreciando absolutamente a los “mierdas de los españoles”.

Pregunta.- Yo recuerdo que esa teoría ya la expones en tu libro “Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie” Es uno de mis favoritos.

Respuesta.- Claro. Pero en esta ocasión he podido certificar dicha teoría gracias al archivo privado del General Varela, que la familia acaba de donar a la biblioteca pública de Cádiz. Las cosas que hay en ese archivo privado son para llevarse las manos a la cabeza. Los planes detallados de cómo hay que conquistar Gibraltar, por ejemplo. He disfrutado muchísimo en el proceso creativo, ampliando lo que ya sabía; confirmando, y por supuesto, descubriendo cosas nuevas.

Pregunta.- El sueño colonial del caudillo…

Respuesta.- Efectivamente. Franco lo que pensaba (y reconozcamos que era un sueño de lo más patriótico) era formar un nuevo Imperio Colonial Español en el norte de África. La novela por tanto continúa con un Hitler casi victorioso que no podía imaginar que Inglaterra se le siguiera resistiendo. Pero así era, y esto le obligó a pasar al Plan B: definir una estrategia para tomar Gibraltar y rendir a Inglaterra por hambre, bloqueando el tráfico marítimo inglés por el Mediterráneo y obligando a los ingleses a dar la vuelta por el Atlántico, donde los submarinos alemanes los esperarían como tiburones.

Pregunta.- Pero para llegar a Gibraltar tenía que pasar antes por Franco, precisamente…

Respuesta.- Ahí está la cosa. Pero Franco que está al tanto de la nueva situación dice, ¡psit, cuidado!, que a mí no me conviene entrar en la guerra ahora que ya la cosa no está tan clara en Alemania… (todos asentimos comprensivos, sin perder ni un milímetro del hilo de la historia. Eslava Galán continúa). Y es que no debemos olvidar que Franco tenía eso que los marroquíes llaman “baraka”. Suerte. A él se lo reveló en Marruecos una niña medio brujilla llamada Mersida, a quien rescato para mi novela. Ahora la adivina ha crecido convirtiéndose en una mujer despampanante; la famosa Mersida, con todo aquel poderío y aquel power. Me he esforzado mucho en enriquecerla, desde el punto de vista de construcción del personaje, porque necesitaba que fuese pieza clave de la trama. La presento como una mujer muy atractiva, mezcla de sensualidad francesa y exotismo marroquí. Ella me da mucho juego en la novela, pues es la encargada de desvelar a los allegados del caudillo cuál es el secreto de esa baraka…(Miro a mis amigos reunidos en torno a este Tusitala; David Summers, Jeosm y Augusto Ferrer-Dalmau, y el espectáculo es maravilloso; con sus copas de vino en la mano, serios y concentrados, muy atentos, a las palabras del novelista, como si estuviesen a punto de ver el estreno de una esperada serie de Netflix).

“Cuando el libro me ha pedido paso y yo se lo he dado, entonces vivo total y absolutamente para él”

Pregunta.- Augusto Ferrer-Dalmau. ¿Y cuál es el secreto ese de la baraka de Franco?

Respuesta.- (Juan sonríe, encantado de habernos despertado el gusanillo de la curiosidad. Ahí quería él llegar) Pues para averiguarlo, mandan desde Madrid una expedición de varios personajes encabezada por fray Justo Pérez de Urbel, que estaba siempre pegado al caudillo en el Pardo. Una vez allí, la mora les revela que la Baraka está ligada a un objeto; una joya que perteneció a la corona española pero que por desgracia se ha perdido, y que no es otra que El Estanque o joyel de los Austrias, que aparece en los retratos oficiales de muchas reinas a partir de María Tudor de Inglaterra. Un talismán para un imperio. Ante esta información, el caudillo reacciona con flema, porque está en otras cosas, pero la señora de Franco mueve cielo y tierra para encontrar el dichoso talismán de la buena suerte. Y ahí empieza la otra parte de la novela; una búsqueda que recorre la Francia invadida por los alemanes, incluyendo inevitablemente los bajos fondos de París; sus burdeles, y las sensuales espías de la résistance en plena collaboratión horizontale, además de una historia romántica entre Mersida y el sinvergüenza de Welser que, en esta galería de personajillos, resulta ser el mejor de todos.

Pregunta.- Juan, pero ¿es verdad que Franco quería que Hitler le ayudara a construir un nuevo imperio español?

Respuesta.- Lo que él quería era un imperio norteafricano, con el Marruecos francés y buena parte de Argelia, además de ampliar la colonia de Guinea convirtiéndola en un estado más grande que España que pillara los bosques y el petróleo. Le salió mal porque entre otras cosas, los alemanes perdieron la guerra, pero vamos, que los alemanes le tenían un desprecio absoluto a Franco, de eso no te quepa ninguna duda; mira, le están pidiendo que entre en la guerra, pero a cambio no le están dando nada, porque no se quieren indisponer con los franceses de Vichy, que colaboran con ellos. A los alemanes les interesaba más esta relación que la amistad del caudillo… Uff (sonríe satisfecho Juan Eslava haciendo una pausa para beber un poco de vino blanco), la verdad es que me lo he pasado de maravilla trabajando en esta novela, manejando información de primera mano; yendo a los archivos y trabajando en casa con planos del París o el Berlín de la época. Tal vez por mi carácter de historiador, pero también porque me divierte mucho hacerlo así, en este libro todo está absolutamente documentado (Eso es lo que me encanta de los libros de Juan, saber que uno puede seguir, con el dedo sobre el mapa, la novela, comenta David Summers. Todos asentimos). MJS. ¿Cómo sabe uno cuando una historia en la cabeza está madura para convertirse en novela? JE. Hombre, cada maestrillo, escribe su librillo, pero en mi caso siempre tengo en agraz tres o cuatro novelas esperando a que me pidan paso. Es pura intuición. Ahora bien, cuando el libro me ha pedido paso y yo se lo he dado, entonces vivo total y absolutamente para él.

Pregunta.- Y al escribir, ¿has sentido alguna vez la tentación de robarte a ti mismo, o sea, escamotear algunas buenas ideas del presente para desarrollarlas en el siguiente libro?

Respuesta.- No, Pero nunca olvido algo que me parece fundamental cuando me enfrento a un nuevo libro y que siempre recomiendo a los jóvenes escritores; es que no debe ponerse de golpe todo el empeño que uno es capaz de poner; es decir, si uno es un arquero y sabe que puede acertar con la fleja a 100 metros, entonces debe apuntar a 80, nunca a 110. Para la salud futura del buen novelista, debe quedar siempre un poco de impulso sobrante.

Pregunta.- Después de media vida escribiendo, ¿Podrías vivir sin escribir?

Respuesta.- ¿Sabes lo que pasa? A mi edad, lo único que me interesa por encima de cualquier otra cosa, es aprender. Escribo porque tengo que pagar facturas, por eso intento centrar mi escritura en esos temas que me apasionan, como la historia contemporánea, por ejemplo. Temas que me permitan seguir investigando; seguir aprendiendo. Tengo suerte, porque mi pasión se funde con mi trabajo.

“Al fin y al cabo los monumentos, los hechos y las personas nos ayudan a entender quienes fuimos”

Pregunta.- Cuando terminas un libro, ¿haces tabla rasa, o te llevas algo para el siguiente?

Respuesta.- Intento volcar todo lo que tengo cuando trabajo. Aunque debo decirte que en ocasiones he hecho como los traperos; reutilizar capítulos desechados de libros míos anteriormente podados y adaptarlos al arranque o desarrollo de un libro nuevo. En la casa de un escritor artesano como yo, no se tira nada.

Pregunta.- Es que tirar el trabajo, aun sabiendo que es beneficioso para el resultado final de la obra, duele bastante.

Respuesta.- Hombre, es difícil, no lo dudes, pero también es fundamental para un escritor. Hay que saber podar, porque quitando siempre, siempre, siempre, mejoras el texto. Por poner un ejemplo; de esta novela me habían salido mil cuatrocientas páginas, que finalmente he logrado reducir a un poco menos de la mitad. Cuando uno lo lee con serenidad, se da cuenta de que, en las mil páginas eliminadas, en realidad estaba embutiendo información para cuatro amiguetes que están tan metidos en este rollo como yo. Pura e inevitable soberbia narrativa que se da tanto en jóvenes como en veteranos. El gran público no necesita esa información para disfrutar con la historia, así que el ejercicio de podar es más que obligatorio.

Pregunta.- ¿Crees que tal y como está la situación política en España, esta novela de Franco va a ser polémica?

Respuesta.- No, yo creo que no. Hombre, lo que sí creo es que lo de desenterrar a Franco deberían haberlo dejado para esta primavera, coincidiendo con La tentación del caudillo; francamente se me han adelantado en eso. Pero bueno, a Franco le auguro yo mucho recorrido todavía (risas).

Pregunta.- Precisamente. ¿Qué opinas sobre el tema de haber desenterrado a Franco?

Respuesta.- Hombre, Vamos a ver. Franco no quería enterrarse en el Valle de los Caídos; sino en el panteón que diseñó en el Pardo destinado a sus generales, ministros y él mismo, para poder estar juntos en la muerte, como los faraones. Otra cosa es el revuelo político que han organizado en torno a todo esto y el mal uso de la memoria histórica. Al fin y al cabo, los monumentos, los hechos y las personas nos ayudan a entender quienes fuimos; son parte de nuestra memoria y manipularlo o hacerlo desaparecer es peligroso, porque se corre el riesgo de olvidarlo y volver a caer de nuevo en los mismos errores del pasado. Tal vez por eso mismo sigo estudiando nuestra historia y escribo libros. Para contar lo que fuimos y ajustar mis propias cuentas.