“Una mayoría de catalanes seguimos viendo al resto de españoles como compatriotas, no como extranjeros”
[Carlos Molero]
El banner de la página web de Alberto Fernández Díaz (Barcelona, 1961) es un fundido que combina en una única imagen las banderas de Barcelona, de Cataluña y de España, y sirve de ejemplo de lo que defiende con tenacidad este político catalán, presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Barcelona. Educado en su infancia en los ideales de San Ignacio de Loyola y con el siempre presente ejemplo de su padre, Alberto Fernández Díaz habla en esta entrevista de las falsedades sobre las que se asienta el nacionalismo catalán y se muestra convencido de que ni España ni Cataluña pueden entenderse la una sin la otra.
Pregunta.- ¿Hasta dónde va a llegar Artur Mas, en su opinión, en su desafío a las leyes y al ordenamiento constitucional?
Respuesta.- La insistencia que ponen algunos políticos en sortear la legalidad, con una combinación de demagogia, de teatralidad política y de ingeniería jurídica, tiene un recorrido muy limitado. Somos un Estado de Derecho donde nadie está por encima de la legalidad. Mas se ha metido en un camino que no conduce a ninguna parte, se ha puesto en manos de Esquerra Republicana de Cataluña, está destrozando a su propia opción política; pero sobre todo, está dejando a Cataluña sin un gobierno que la gobierne pensando en las necesidades reales que tienen los catalanes ante la peor crisis económica de las últimas décadas.
Pregunta.- ¿Cree que está buscando forzar la situación hasta que se imponga la Ley y pueda presentarse como un mártir de la causa?
Respuesta.- Mas intenta disimular que puede que su estrategia es inviable. Él siempre ha dicho que actuará dentro de la legalidad. No podemos pensar que un político democrático se plantee romper la legalidad. Eso no tiene cabida en nuestras democracias modernas.
Pregunta.- Parte de la opinión pública considera que el Gobierno no está siendo demasiado contundente con el desafió secesionista. ¿Podría usted tranquilizarla?
Respuesta.- El Gobierno español actúa con sensatez poniendo los medios políticos y jurídicos necesarios para hacer respetar la legalidad. Pero al mismo tiempo, como gobierno de todos los españoles, también trabaja por el bienestar de todos los catalanes. Y por eso, además de defender la legalidad, estamos trabajando para que la economía catalana se recupere, y ayudamos a que las administraciones públicas catalanas puedan atender los servicios públicos que son esenciales para el bienestar de todos, por ejemplo, facilitando la financiación que la Generalitat no podría conseguir en los mercados financieros a un precio asumible
«Un político que se plantee romper la legalidad no tiene cabida en una democracia moderna.«
Pregunta.- ¿Cuáles son las principales falacias sobre las que el nacionalismo sustenta el supuesto enfrentamiento de Cataluña con el resto de España?
Respuesta.- Durante décadas, se ha extendido el discurso de que el resto de España roba a los catalanes, que el Estado pretende discriminar el catalán en la enseñanza o que cualquier problema que exista en Cataluña siempre es culpa del gobierno español de turno. Y sobre todo, se ha procurado ir erosionando y rompiendo los lazos de afecto entre los catalanes y el resto de los españoles. Más allá de cuestiones concretas, el trasfondo último es provocar este alejamiento sentimental. Creo que una parte importante de los catalanes ha creído estas falacias, pero lo cierto es que una mayoría de catalanes seguimos viendo al resto de españoles como compatriotas, no como extranjeros.
Pregunta.- Parece evidente que el triunfo de esos «mitos» nacionalistas contra España han calado en una parte de la sociedad catalana, ¿a qué se ha debido esto? ¿Cómo se puede mitigar?
Respuesta.- Como le decía en la anterior pregunta, creo que el triunfo de los mitos nacionalistas ha sido el resultado de décadas de incesante conformación de las mentalidades colectivas por parte de ciertos medios de comunicación y del propio sistema educativo. Se ha destinado muchísimo dinero a ello, y le pongo dos ejemplos. Más de 180 millones de euros desde 2008 en medios de comunicación privados, además de elevados sueldos. Una televisión pública donde el discurso dominante y muchas veces único es siempre el mismo, incluso cuando gobernada el Partido Socialista de Cataluña. Estamos trabajando para corregir esta situación, poniendo en valor la pluralidad de la sociedad catalana. España es una de las más antiguas naciones de Europa, y por ende, del mundo. Somos una nación plural y diversa. Y Cataluña no es menos diversa. Para una mayoría de catalanes, el resto de España no es un país extranjero ni quieren que lo sea. Cada vez hay más catalanes que no se sienten identificados con esos mitos nacionalistas que no conducen a ningún sitio y sólo contribuyen a hacer más difícil la convivencia entre todos.
«Los mitos nacionalistas no conducen a ningún sitio y sólo contribuyen a hacer más difícil la convivencia entre todos»
Pregunta.- ¿Está Cataluña políticamente enferma?
Respuesta.- Cataluña somos más de siete millones de personas. No se puede juzgar a una sociedad por los errores o por las obsesiones de una parte de sus dirigentes políticos. Somos una sociedad que, como el resto del mundo desarrollado, está sufriendo las consecuencias de una crisis durísima. Y una parte de esta sociedad, como ha ocurrido en otros países de nuestro entorno, está poniendo su esperanza en respuestas demagógicas y erróneas. Pero no podemos ni debemos confundir los errores de una parte con el conjunto de la sociedad catalana.
Pregunta.- ¿Le ha sorprendido la confesión del expresidente Pujol sobre sus presuntos delitos fiscales y su fortuna fuera de España?
Respuesta.- Me ha sorprendido y me ha entristecido. Sean cuales sean mis discrepancias políticas con Jordi Pujol, no me puedo alegrar porque un político histórico en Cataluña y en el conjunto de España, se haya comportado de una forma tan indigna como él mismo ha reconocido. Creo que los catalanes nos merecemos unas explicaciones detalladas y verosímiles que no acaban de llegar.
Pregunta.- ¿Cómo calificaría la actitud del Molt Honorable, de denunciar los supuestos «robos» de España a Cataluña y al mismo tiempo, poseer una cantidad que aún no se ha determinado en paraísos fiscales?
Respuesta.- Lo del robo de España a Cataluña es una mentira con independencia del comportamiento personal de Jordi Pujol. Pero usar esta mentira cuando se actúa de la forma en que lo ha reconocido el propio Jordi Pujol me parece no sólo una incoherencia ética y un ejercicio del cinismo político, sino además una muestra de soberbia y de situarse por encima de las leyes que rigen una sociedad democrática.
Pregunta.- ¿Se percibe el enfrentamiento entre secesionistas y constitucionalistas en la vida cotidiana o es más bien un asunto entre políticos, periodistas y opinadores?
Respuesta.- El Partido Popular ha sufrido más de 100 ataques a sus sedes en los últimos meses. Y se han producido actos incívicos contra personas del Partido Popular. Pero son comportamientos que no responden ni a la realidad ni al sentir de la inmensa mayoría de catalanes. Sin embargo, muchas veces los políticos nacionalistas no responden con claridad a estos hechos. Tenemos que mantener la convivencia democrática, y no se va por el buen camino cuando Artur Mas habla de España como el enemigo. O cuando desde algunos de los medios públicos, que pagamos todos los catalanes, se está todo el día difundiendo el mismo mensaje político contra el resto de España y contra los catalanes que estamos convencidos que ser catalanes es nuestra forma natural de ser españoles y que España es también nuestra realidad, una España que hemos construido desde su origen hace siglos. Ni Cataluña ni el conjunto de España se pueden entender de forma separada. Mejor Cataluña no es negar a España.
Pregunta.- La debilidad que desde hace decenas de años mantiene la opinión pública española sobre el concepto de España o de Nación española, o de Patria si quiere, ¿puede haber dado alas al Nacionalismo?
Respuesta.- No comparto una visión tan pesimista de los españoles. Nuestro patriotismo lo ejercemos con un estilo propio y diferente al de otros países. Pero me parece injusto decir que los españoles no se sienten profundamente patriotas. Creo que no es más patriota quien se pasa el día haciendo actos externos de patriotismo o viviendo del discurso patriótico El auténtico patriotismo es, como dijo Renan, un plebiscito diario por el que nos sentimos coparticipes de una historia, un presente y un futuro. El problema no está ahí, sino en la construcción, como le he explicado antes, de una ideología política que rechaza todo lo que compartimos los catalanes con el resto de españoles, que falsea nuestra historia, y que ha convertido la secesión en la fórmula mágica para todos los problemas que tenemos.
Pregunta.- Es usted, además, un estudioso de la Historia Militar de España. En relación con la anterior pregunta, ¿se sorprende del escaso conocimiento que sobre esta materia existe en España?
Respuesta.- En general, se tiene un escaso conocimiento de nuestra historia, provocado por una visión de la educación muy centrada en la formación de profesionales más que en la formación integral de personas. Pero por otro lado, tampoco podemos olvidar que en Cataluña además se ha enseñado una historia muy politizada que traslada una imagen falseada de nuestro pasado. Por ejemplo, presentando la Guerra de Sucesión como una guerra de Cataluña contra España, como una guerra de independencia, cuando era una guerra internacional por la sucesión de la Corona Española en la que hubo catalanes en ambos lados, y que dividió a los españoles en su conjunto. No sólo fue una guerra internacional, también fue una guerra civil entre españoles.
«El nacionalismo catalán es una ideología política que rechaza todo lo que compartimos los catalanes con el resto de españoles, que falsea nuestra historia»
Pregunta.- ¿Tiene algún periodo de la historia que mire con más admiración? ¿cuál en concreto y por qué?
Respuesta.- La historia creo que se debe examinar con sentido crítico y valorando el pasado con sus luces y sombras. Me gustan más los hechos que los periodos. La defensa de Cartagena de Indias por Blas de Lazo y el heroísmo del Regimiento de Caballería Alcántara en la retirada de Annual en 1921 me enorgullecen como español!!
Pregunta.- ¿Qué concepto tiene usted de la Milicia? ¿qué virtudes destacaría de esa forma de vida que es –o era- la Milicia?
Respuesta.- Los valores de la milicia de una sociedad democrática se pueden resumir en proteger la libertad y la seguridad de sus conciudadanos dentro de un Estado de Derecho y bajo el respeto por la primacía de la autoridad civil en los asuntos públicos. Son profesionales que sirven a su país de una forma concreta, poniendo si es preciso en juego su propia integridad personal, pero que lo hacen sin olvidar nunca que son personas. Los militares no son sólo personas que obedecen órdenes, son personas que deben actuar con criterio ético. Y desde luego, la milicia es una profesión que presupone, además de una formación técnica, una formación humana integral para cumplir con la misión que le encomienda la sociedad, con honor y responsabilidad.
Pregunta.- Un gran artista catalán, como es Augusto Ferrer-Dalmau, protagoniza una pequeña gran epopeya para rescatar del olvido esa historia a través de sus óleos. ¿Qué opinión le merece su obra? ¿y su «locura» de dedicarse a la pintura militar?
Respuesta.- En España en los siglos pasados y hasta las primeras décadas del siglo XX compartíamos con otros países occidentales la tradición de pintores de escenas militares, que podrían reproducir tanto momentos de la vida cotidiana militar, como escenas de maniobras o acontecimientos bélicos. Hoy podemos ver en los museos del mundo ejemplos de esta tradición artística que en España se había perdido. Me parece que la obra de Augusto Ferrer- Dalmau, además de ser de una extraordinaria calidad técnica, recoge esta sensibilidad y nos ayuda a visualizar no sólo el pasado, sino también el presente de nuestras Fuerzas Armadas, como hizo con su trabajo sobre sus acciones en Afganistán en 2012. La figura de los artistas militares o de guerra nos ayuda a preservar y transmitir las dimensiones visuales de la guerra y de la milicia que no se pueden reproducir simplemente mediante el relato o la descripción escrita. Creo que sería positivo que nuestro país tuviese más ejemplos como el de Ferrer-Dalmau, como tienen la mayor parte de los países occidentales.